Primicias24.com-Una venezolana residenciada en la ciudad de Guangzhou en China, relató las semanas de angustias que vivió en el país asiático tras conocerse la epidemia del COVID-19, que inició en la urbe de Wuhan.
Se trata de Jackeline de 24 años, quien trabajaba en un restaurante y tuvo que partir a España para huir de la mortal epidemia de la neumonía china.
Reveló que solo podía salir cada dos días y por dos horas, separada del resto de las personas con las que convivía. El acceso a algunos supermercados y la compra de mascarillas era limitado.
“Los alimentos cada vez eran menos en los supermercados, hasta que llegó un punto en que ya no nos querían vender a nosotros los extranjeros. Una amiga de nacionalidad china tuvo que intervenir por nosotros”, recordó.
Por ello, decidió abandonar el gigante asiático rumbo a Europa en unos de los últimos vuelos de salieron de Beijing a Madrid. “El avión iba full de chinos, no miento. Todos iban tosiendo, estornudando y así llegaron a España. Me hicieron llenar un papelito sobre si tenía los síntomas o no y ya”, detalló.
Jackeline consideró que la expansión del COVID-19 fue culpa del “descontrol”, puesto que las líneas aéreas “dejaron salir a los chinos por todas partes”.
Ahora la venezolana que se dedicó al canto mientras estaba en su país natal, se mantiene con perfil bajo en la ciudad española que escogió como nueva residencia. El motivo es que teme ser víctima de xenofobia si saben en el lugar dónde estuvo.
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