Primicias24.com- Según información a la que tuvo acceso el diario español ABC, el Gobierno de Nicolás Maduro, podría estar detrás del incendio que arrasó con 49.408 máquinas de votación, 400 papeletas electrónicas (pantallas táctiles con las caras de los candidatos) y 49.323 lectores de huellas, en la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), el viernes 6 de marzo.
El siniestro en las instalaciones de Filas de Mariche, al noreste de Caracas, que acabó con “tanto”, en media hora, fue tildado de “sabotaje”, por parte de la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, quien preside el organismo desde hace 15 años, y que reiteró que el Estado garantizará los procesos electorales estipulados para este año.
Maduro estaría implicado en el hecho, según el medio citado, con el fin reemplazar todas las máquinas por unas nuevas, creadas por ellos, para perpetuarse en el poder.
Antecedentes a los que se hace referencia:
El medio español reseña que en 2013 cuando Maduro casi pierde las elecciones contra Henrique Capriles, por una diferencia de 230.000 votos, la primera orden que dio fue la de implementar un nuevo sistema de votación. “Una plataforma que garantizara la supervivencia de la revolución que había heredado, tuviese o no los votos”. Pero no fue hasta 2017 cuando Smartmatic denunció el “fraude” en los resultados de la Asamblea Nacional Constituyente, que se trabajó en un nuevo sistema.
En aquel momento, el Gobierno tomó toda la infraestructura que la multinacional había montado en Venezuela y se la regaló a ExClé, empresa responsable de la base de datos de huellas dactilares de los venezolanos.
Con el paso del tiempo, ExClé se convirtió en una pieza fundamental del ajedrez político venezolano.
La relación de ExClé con el Gobierno nacional comenzó en 2006 cuando creó la base de datos de huellas dactilares del CNE. Desde entonces, Jorge Rodríguez, actual ministro de Comunicaciones, era el presidente de la Junta Nacional Electoral, y se encargaba de la organización técnica de las elecciones. El presidente de ExClé, el argentino Guillermo San Agustín, desarrolló una estrecha relación con Jorge Rodríguez, refiere ABC.
Posteriormente, ExClé tuvo la tarea de modificar el software original de Smartmatic. Se llevaron algunas máquinas a Buenos Aires y desde las oficinas de ExClé, que lidera el hermano de Guillermo San Agustín, Eduardo San Agustín, buscaron una «solución técnica» a la delicada situación política de Maduro. «Probablemente en las elecciones regionales de 2018 utilizaron este software modificado. Sin embargo, no pudieron cambiarlo completamente», refirió el diario.
ABC, sugiere que ante la creciente presión internacional por realizar elecciones presidenciales, Maduro ordenó que ExClé creara un nuevo software desde cero y que como luego de 15 meses, el proyecto suponía un fracaso, las medidas de seguridad de la máquina Smartmatic, impedían a Quintero y a ExClé hacer funcionar un software alterado.
“Maduro, sin paciencia ni tiempo para esperar el software acorde a sus necesidades, encargó a ExClé y a Quintero, una nueva máquina que sí soportase el software que desarrollaron en Argentina”.
Peligrosas conclusiones:
Según el medio español, “el humo de las máquinas incendiándose, más allá de los millones de dólares que pueden estar sobre la mesa, es una señal inequívoca de que ExClé tiene ya la máquina de votación que sí soporta el software hecho a la medida de Maduro”.
El diario concluye con que, Maduro siempre tiene un plan B. “Si el hardware y software de ExClé muestran que no pueden obrar el milagro, siempre tendrá la opción de ir a elecciones manuales, donde las Fuerzas Armadas resguardarán el voto de cada venezolano”.
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