Primicias24.com- La ONU inspeccionó hoy el improvisado centro de acogida que Bielorrusia abrió cerca del puesto de control fronterizo de Bruzgui para los cerca de 2.000 migrantes que quieren llegar a la Unión Europea (UE) través de Polonia, donde la Guardia Fronteriza continúa registrando intentos de cruce aunque menos.
Por segunda vez desde el pasado día 11, el jefe en Bielorrusia de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Mulusew Mamo, y su compañera de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Mahym Orazmuhamedova, se trasladaron a Bruzgui para evaluar la situación de los migrantes varados, en su mayoría procedentes de Oriente Medio.
La oficina de la OIM en Bielorrusia indicó este sábado en Twitter que hay 1.833 personas acogidas en la nave industrial de Bruzgui abierta desde el pasado día 16.
A diferencia de la semana pasada, cuando los migrantes estaban en campamentos improvisados en el bosque cerca del puesto de control fronterizo, enfrentándose el frío y la lluvia, ahora en el centro logístico «las condiciones son mucho mejores», dijo Mamo.
LAS CONDICIONES NO SON BUENAS
Pero añadió que ello no quiere decir que las condiciones sean buenas. «Faltan muchas cosas», afirmó a medios bielorrusos y rusos.
Explicó que los migrantes se quejaron sobre todo de la falta de comida, servicios médicos, medicamentos y ropa.
Orazmuhamedova, a su vez, prometió el envío la próxima semana de más ayuda para el centro logístico.
También le preocupa a la ONU un posible brote de coronavirus entre los migrantes.
Minsk aseguró recientemente que les vacunaría y la Cruz Roja bielorrusa repartió hoy mascarillas.
El ministro bielorruso de Sanidad, Dmitri Pinevich, quien se reunió este sábado con una delegación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se mostró abierto a cooperar con los expertos en «este difícil momento» en la frontera, según la agencia oficial BELTA.
LLAMAMIENTO A BUSCAR UNA SOLUCIÓN
Mientras los representantes de ACNUR y de la OIM visitaban el centro logístico improvisado, algunos migrantes gritaban «Alemania, Alemania» en inglés cuando los dos se pararon delante de ellos, resaltando así que quieren cruzar a la UE para llegar a ese país.
Orazmuhamedova hizo un llamamiento a las naciones para buscar una solución común a este problema, es decir «entre Bielorrusia y los países europeos vecinos», de acuerdo con BELTA.
«Instamos a los países a respetar y cumplir las normas internacionales sobre migrantes y refugiados y resolver conjuntamente este asunto», dijo.
Hay cerca de 7.000 migrantes en Bielorrusia que pretenden llegar a la UE, de acuerdo con la Presidencia bielorrusa.
Según la portavoz del líder de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, Natalia Eismont, éste ha puesto sobre la mesa que la UE cree un «corredor humanitario» para acoger a los aproximadamente 2.000 migrantes varados en la frontera, mientras que él procuraría devolver a los restantes 5.000 a sus países de origen.
Unas 431 personas fueron repatriadas el jueves a Irak.
Algunos migrantes prevén presentar una aplicación de asilo y otros quieren regresar a casa, señaló la representante de la OIM.
Por ahora la UE se niega a ceder a las presiones de Lukashenko y a acoger a los migrantes que las fuerzas de seguridad de Bielorrusia llevaron el pasado día 8 masivamente a la frontera con Polonia, en lo que los Veintisiete llaman una «guerra híbrida» de Minsk para desestabilizar al club comunitario.
Sobre un eventual corredor humanitario, la representante de la OIM afirmó que esa es una «decisión que deben tomar los países en conjunto».
SIGUEN LOS INTENTOS DE CRUZAR A LA UE
Mientras, Polonia sigue notificando intentos de migrantes de cruzar la frontera y, aunque hay menos que en los dos días anteriores, las cifras demuestran que la crisis no cesa.
El viernes se registraron 195 intentos de grupos de personas que arrojaron piedras y otros objetos a la policía, según dijo hoy en Twitter la Guardia Fronteriza polaca. El jueves hubo 255 intentos y el miércoles 501.
En el lado bielorruso, la Comisión Estatal de Fronteras afirmó que «actualmente, la situación en la frontera sigue siendo tensa» pero, dijo, por culpa de Polonia, Lituania y Letonia, que «continúan con sus intentos de expulsar a los refugiados por la fuerza».
Polonia no es el único país que sufre la presión migratoria del régimen bielorruso desde la pasada primavera, sino también Lituania y Letonia.
El viernes, siembre según Minsk, las fuerzas de seguridad lituanas intentaron devolver a Bielorrusia más de 140 personas y las polacas unas 350 personas. Letonia a su vez trató de expulsar «por la fuerza» a al menos 20 refugiados.