El canciller venezolano, Yván Gil, expresó su rechazó «de la manera más enérgica» a la politización «y los dobles estándares» de algunos sectores del Consejo de los Derechos Humanos con respecto a Venezuela.
Durante su participación en la 52 sesión ordinaria de ese ente perteneciente a la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Ginebra, Suiza, Gil consideró que «se pretende crear un sistema paralelo» en ese organismo internacional, «que solo responde a intereses determinados y que criminaliza a los países del Sur global».
«Hacemos un contundente llamado para continuar trabajando en el fortalecimiento de la institucionalidad de este Consejo, para vencer las brechas existentes, la manipulación y la polarización», expresó el jefe de la diplomacia venezolana.
Del mismo modo, manifestó que su país no podía dejar de denunciar las «irregularidades cometidas» en los procedimientos del ‘Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias’ que, en su opinión, «constantemente vulnera el derecho internacional y su mandato para atacar políticamente a Venezuela».
El titular de Relaciones Exteriores aseveró que un año después de que se realizara el tercer examen periódico universal, hecho por el grupo de trabajo del mismo nombre, su país reafirmaba el compromiso en materia de derechos humanos.
Por otra parte explicó que las llamadas sanciones son la continuidad del neocolonialismo y ahora son implementadas como armas políticas y económicas por los países hegemónicos a los pueblos del Sur y contra “todo aquel que no comulga con sus perversas intenciones expansionistas acompañadas de vergonzosas campañas mediáticas llenas de falsedades para criminalizar gobiernos, acusar autoridades y organizar fallidos magnicidios y golpes de Estado”.
Recordó que desde esa instancia internacional se ha condenado de manera reiterada la “imposición de las cruentas medidas coercitivas unilaterales y se ha declarado alarmado por sus desproporcionados costos humanos y sus efectos negativos en la población”.
Denunció así que Venezuela dejó de percibir 232 mil millones de dólares americanos en los últimos nueve años como consecuencia de la aplicación de las medidas coercitivas unilaterales, conocidas como sanciones.
«Hasta el presente mi país ha sido blanco de 927 medidas coercitivas unilaterales y otras disposiciones criminales e ilegales, directas e indirectas utilizadas como herramientas deliberadas para destruir nuestra economía, tratar de forzar sin éxito un cambio de régimen (…) Esto ha generado que el país haya dejado de percibir más de 232 mil millones de dólares americanos enlos últimos nueve años», dijo el Canciller venezolano.
Finalmente pidió al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que se posicione en el caso del empresario venezolano de origen libanés, Alex Saab, preso desde hace más de un año en Estados Unidos, acusado de cargos de lavado de dinero.