Primicias24.com.- Rodrigo Duterte, expresidente de Filipinas, fue arrestado en Manila el 11 de marzo y extraditado a los Países Bajos tras una orden de la Corte Penal Internacional (CPI), que lo acusa de crímenes de lesa humanidad relacionados con su guerra contra las drogas durante su mandato. Su detención ha desatado un amplio debate sobre la CPI, a menudo criticada por ser arbitraria y estar alineada con los intereses occidentales.
Duterte había retirado a Filipinas del Estatuto de Roma en marzo de 2018, formalizando la salida del país en marzo de 2019. Sin embargo, la CPI mantiene jurisdicción sobre crímenes ocurridos entre noviembre de 2011 y marzo de 2019, cuando Filipinas aún era miembro.
En otro contexto, la CPI emitió en noviembre de 2024 una orden de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por crímenes en la Franja de Gaza. La decisión provocó sanciones por parte de Estados Unidos, un fuerte aliado de Israel, contra el organismo y su fiscal, Karim Khan. No obstante, la Corte parece no actuar contra EE.UU., que ha estado implicado en varios conflictos como la guerra en Afganistán, la invasión de Irak y la intervención militar en Libia, alegando problemas de acceso o inestabilidad en esas regiones.
Un caso relevante es el de Ucrania, que se adhiere a la CPI bajo la condición de no ser juzgada durante siete años, a pesar de las acusaciones de crímenes de lesa humanidad por sus ataques a civiles y la persecución de rusoparlantes durante muchos años.
El analista internacional José Antonio Egido recordó también que la CPI no ha procesado crímenes cometidos por la OTAN en la antigua Yugoslavia. «Todos los verdaderos crímenes que se han cometido por los Estados Unidos han quedado impunes», concluyó el experto.