Primicias24.com- El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se pronunció contra la Conferencia Episcopal de Nicaragua, específicamente contra los obispos a los que llamó golpistas y quiere expulsar de la mesa de diálogo que trata de negociar una salida a la crisis política que vive el país centroamericano y que ha dejado más de 300 muertos desde abril.
Ante las acciones críticas de la Iglesia católica con Ortega mismo que pidió su mediación, el sábado, decenas de miles de personas salieron a la calle en apoyo a la actuación de la misma.
Ortega solicitó a la Iglesia su mediación a inicios del mes de mayo, por lo que los obispos convocaron a un grupo destacado de personalidades para que negociaran con los delegados de Ortega, formándose así la opositora Alianza Cívica.
Desde el primer día del diálogo, el 18 de mayo, cuando Ortega estuvo presente, el diálogo no fue como él esperaba. Desde entonces, en las negociaciones, producto de la presión de la Alianza Cívica y la mediación de la Iglesia, lograron que organizaciones internacionales de derechos humanos entren en el país para documentar el nivel de violencia y que se forme un grupo de expertos independientes que investigue la situación que vive el país desde mediados de abril, cuando comenzó la crisis.
Los obispos presentaron a Ortega una propuesta de negociación que incluye el adelanto de las elecciones a marzo de 2019, pero el mandatario, aferrado al poder, ha rechazo discutirla. El diálogo sigue estancando.
Ortega pretende integrar a otros negociadores en el diálogo. Entre ellos el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) del expresidente Arnoldo Alemán, un viejo aliado suyo y señalado por corrupción durante su Administración (1997-2002). La Alianza Cívica ha rechazado esta propuesta.