Primicias24.com.- Douglas Bravo acaba de cerrar su travesía por la vida terrenal y asciende con la moral incólume, perseverante en la acción y firme en sus convicciones a la montaña de la gloria. Deja su huella en la historia desde la rebeldía, junto a todos los protagonistas de la lucha armada de los años 60 y 70. Ante el impacto de este acontecimiento, el Catire Morales Rossi nos entrega un agudo análisis denominado “Antecedentes, Sanción y Consecuencias de la Expulsión de Douglas Bravo del PCV” como introducción al siguiente tomo de su prolífica obra de investigación realizada desde el omnisciente don de la ubicuidad del guerrillero.
“Frente a la muerte de un amigo y, más que esto, Camarada en compartidos “Tiempos de Tormenta”, me siento obligado a hacer público una parte de la introducción de otro tomo de “DOCUMENTOS PARA LA POLÉMICA” donde expreso mi opinión en torno al extraordinario valor de Douglas Bravo en la vida política del país”. Ramón Elías Morales Rossi.
Le antecede el tomo “Documentos para la Polémica 1979-1984”, publicado en marzo 2014 por Ediciones Rescate Siglo XXI. El autor reta al lugar común y afirma: “La historia -como es aceptado- no sólo la escriben los victoriosos. Los vencidos también tienen buena parte de culpa y responsabilidad en su redacción, porque la aceptaron, la asimilaron e hicieron factible que la misma se trasmitiera envuelta en ese papel de regalo.” En este primer tomo se puede leer la trayectoria de Douglas Bravo desde la controversia natural sobre la organización política en el seno de la militancia que acompaña al legendario guerrillero desde su pasaje por la lucha armada, por la clandestinidad organizando el aparato político-militar, hasta la incorporación a la esfera de la confrontación abierta a partir de 1983. Prácticamente es el último de los dirigentes marxistas leninistas en acogerse a la pacificación posteriormente al llamado “grupo de los aparecidos”. Más adelante se documentará posiblemente su participación en los eventos de la Rebelión militar en 1992 y su inamovible creencia en la revolución plena.
En este segundo tomo que nos asoma Ramón Elías Morales Rossi, sociólogo, historiador, militante comunista, combatiente y protagonista de la minuciosamente planeada y ejecutada fuga de 23 presos políticos del Cuartel San Carlos el 18 de enero de 1975, analiza con rigurosidad los testimonios materiales relacionados con “una crisis en el PCV que tiene como sustancial fundamento el continuar o no persistir con la lucha armada que había sido propuesta y aprobada… en el III Congreso del partido realizado en el club Las Fuentes, urbanización El Paraíso de Caracas del 10 al 18 de marzo de 1.961.”
Analiza los documentos de las irreconciliables posiciones entre los cuadros dirigentes presos en el Cuartel San Carlos, los perseguidos obligados a operar desde la clandestinidad y los frentes de la montaña sosteniendo valientemente la insurrección armada, en medio de las más cruenta represión contra el movimiento popular, contra la disidencia en las FAN combatida a sangre y fuego en el Porteñazo y el Carupanazo, al movimiento estudiantil, sindical, campesino y a los dirigentes políticos de izquierda. En carta de Douglas Bravo al Buró Político en 1.965 señala que el movimiento revolucionario “…“vivió en una “atmósfera de derrota, de escepticismo” … algunos de sus mismos integrantes “daban por enterrado el movimiento armado”.” Asume que esa derrota era táctica, más no estratégica. Y la historia le dio la razón por cuanto el cambio revolucionario estaba por gestarse en el evento del “Por ahora”, sucedáneo del Caracazo, concretado en el triunfo electoral de Chávez y la recuperación de la esperanza popular. Aunque este logro se produjo por vía distinta a la lucha guerrillera o al golpe de Estado.
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Los “Documentos para la Polémica” son presentados en este momento de redención del pueblo. Estoy convencido que la Revolución Bolivariana es la reivindicación popular de las banderas enarboladas a lo largo de doscientos años de victorias traicionadas sucesivamente. Por ello debemos aprender de los errores expuestos y continuar resistiendo el embate del más sanguinario imperio porque, como reseña el autor en referencia a los argumentos dados por los defensores de la vía armada, entre los factores peculiares de nuestra revolución “las características geográficas, económicas y de poseer en su territorio minerales de uso estratégico hacen del país un punto de honor para el imperialismo; lo que obliga a los revolucionarios a una preparación de “lucha cruenta y muy difícil y compleja”.” Se añade …”Por razones históricas Venezuela siempre ha estado a la vanguardia en las luchas libradas en América Latina antes, después y ahora. Es este un compromiso que se debe seguir respetando y cumpliendo.” ¡Cuánta vigencia en el diagnóstico¡ Hoy más que nunca la respuesta la damos desde la búsqueda de la paz y el apoyo a nuestros pueblos hermanos en momento de dificultades.
Douglas Bravo encarnó en la lucha armada de los años sesenta, una forma poco común de defender las ideas en dirigentes de este momento. Representa un pueblo en resistencia, dispuesto a no dejarse someter. Fue un hombre perseverante. A decir del Catire Morales Rossi, no se amilanaba y ante la convicción de la necesidad de rectificar “Una desilusión parió otra tesis, la Acción Motora Síntesis y si es cierto que la misma no logró llevarse a la práctica, uno de los integrantes de la propuesta (el levantamiento militar) si lo hace más tarde (4 de febrero de 1992) sin la coordinación del todo, aislado y sin masa popular; de la misma forma, rutinaria y caduca del tradicional golpe militar o de Estado”.
Y Chávez hecho pueblo, también entendió esas limitaciones en el camino venezolano de la revolución. Tras la derrota militar de la insurrección del 4F, constituida en enorme victoria política, dando el viraje correcto convocó al pueblo mediante la breve frase del “Por Ahora”. Después se trazó la línea justa para fundar la República Bolivariana de Venezuela, la V República. Asediada hoy, pero con una inmensa reserva moral en el más profundo corazón libertario de este pueblo.