El mantenimiento de un peso estable requiere un delicado equilibrio entre la ingesta y el gasto energético
Primiciad24.com- Según La Organización Mundial de la Salud (OMS) la obesidad infantil se debe, principalmente, a cambios sociales.
Aunque la mayoría de las veces es asociado a una mala dieta y a una escasa actividad física, no está relacionada únicamente con el comportamiento del niño, sino también con el desarrollo social y económico y las políticas en materia de agricultura, transportes, planificación urbana, medio ambiente, educación y procesamiento, distribución y comercialización de los alimentos.
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La máxima institución de la salud argumenta que para que un individuo aumente su grasa corporal es indispensable que tenga, o haya tenido, un balance calórico positivo.
En ese sentido señala que los mecanismos para tener esta condición son el aumento de la ingesta alimentaria (energética) o la disminución del gasto calórico, y lo más frecuente es que concurran ambos mecanismos. «Tanto en el aumento de la ingesta como en la disminución del gasto influyen factores genéricos, ambientales y de patologías asociadas».
En la mayoría de los casos no es posible identificar una causa única, aunque la fisiología del cambio de peso sea clara y no dé lugar a dudas: se gana peso cuando la ingesta energética sobrepasa el gasto calórico, define la OMS.
Las actuales recomendaciones nutricionales, con una base importante de la dieta en hidratos de carbono, deben racionalizarse e insistir más en la ingesta de hidratos de carbono de absorción lenta, así como cereales, pastas y arroces integrales.
Es importante tener en cuenta que los niños pequeños son capaces de ajustar su ingesta a su gasto, pero, a medida que crecen, esta capacidad se va perdiendo.
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