Primicias24.com.- El Servicio Federal de Inteligencia alemán (BND) llevó a cabo en 2020 una investigación sobre el origen del coronavirus, bajo la operación denominada «Saaremaa», encontrando indicios que apuntan a un laboratorio en Wuhan como fuente del virus. La entonces canciller, Angela Merkel, recibió un informe que indicaba que existía una probabilidad del 80% al 95% de que ese laboratorio fuese el origen del virus. Sin embargo, el gobierno alemán optó por guardar silencio sobre estas conclusiones.
Los documentos revelan que la evaluación del BND no solo se basó en datos públicos, sino también en información obtenida mediante una operación de inteligencia encubierta en China, que incluyó datos de instituciones como el Instituto de Virología de Wuhan. Las evidencias sugerían que el coronavirus podría haberse expandido debido a un fallo o accidente relacionado con experimentos de ganancia de función, un procedimiento que modifica genéticamente virus para estudiar su potencial peligrosidad, reportó hoy el diario ABC de España.
El análisis del BND fue solicitado por la Cancillería alemana, que consideraba relevante entender el origen del nuevo virus, Sars-CoV-2. El entonces director del BND, Bruno Kahl, informó a Merkel sobre la operación. Tras el cambio de gobierno hacia Olaf Scholz, Kahl comunicó de nuevo estas evidencias, pero el comité de control parlamentario del Bundestag no fue informado al respecto, lo que generó preocupación sobre la falta de transparencia en la gestión de la información sobre la pandemia.
A finales de 2022, el gobierno alemán encargó a expertos externos la revisión de los hallazgos del BND. Aunque no se ha publicado un resultado definitivo, se han expresado críticas hacia la falta de comunicación al público sobre asuntos de inteligencia. Un portavoz del gobierno se limitó a señalar que, como cuestión de principios, no se comentan públicamente estos temas, y el BND no ha hecho declaraciones sobre la información filtrada.
Investigaciones adicionales en círculos científicos sostienen que el origen no natural del virus, en un laboratorio, es bastante probable en comparación con un origen zoonótico, que se basa en la transmisión del virus a través de un huésped animal intermediario. Por otro lado, China ha rechazado consistentemente la teoría de que el virus se originó en un laboratorio.
La publicación reciente del informe del BND, que respalda la teoría de un origen de laboratorio, está generando repercusiones políticas en Alemania. Se espera que el gobierno federal y los servicios de inteligencia se presenten ante las comisiones parlamentarias para detallar sus hallazgos y el contexto de la información compartida. Wolfgang Kubicki, vicepresidente del Bundestag, ha señalado que el encubrimiento de la información es motivo de preocupación y representa una erosión de la confianza en las instituciones democráticas.