Primicias24.com- La moda nunca muere y siempre vuelve, es por eso que este 21 de noviembre se celebra el Día Mundial del Vestido, una fecha elegida por las féminas como un sello de género.
Para todas aquellas mujeres que no pierden una ocasión para marcar tendencia con modelos, cortos, largos, estampados o unicolor, este día es especial para derrochar glamour.
Este atuendo femenino es presentado de muchas formas y para diversas ocasiones. Puede ser utilizado en unos XV años, una boda, o simplemente para usarlo durante el día, siempre y cuando la tela, la forma en que es confeccionado y el largo sean acordes.
La mujer latina es perfecta en elegir atuendos apropiados y estar a la altura de las tendencias del año, pero si quieres estar al tanto de lo último en esta prenda te mostramos nuevas opciones de la línea Barbarella, perfectas para un evento especial en el que quieras deslumbrar.
Frío, calor, evento formal, informal, tipo de zapatos, diseño y estampado del vestido son los factores que se mezclan al momento de decidir que prenda usar.
La historia de la moda refleja la evolución cronológica de las prendas de vestir. La moda es el arte del vestido, de la confección de prendas sobre la base de parámetros funcionales y estilísticos, tanto en ropa como accesorios (sombreros, guantes, cinturones, bolsos, zapatos, gafas).
La prenda que se compone concretamente de una falda y cuerpo en una misma pieza y tela, fue considerado desde los años 60 del siglo XX como un componente clásico de la moda femenina, siendo desde entonces un elemento menos frecuente en su uso, relegado en ocasiones a celebraciones especiales.
Uno de los referentes en los vestidos en el mundo de la moda es en el siglo XX fue lo que Coco Chanel denominó como la pétite robe noire, de corte simple, que simboliza la moda femenina de París desde la década de los años 30 hasta los años 60.
Channel, que en la actualidad se puede asociar a respetabilidad, introdujo principios transgresores para su tiempo tanto en la confección como en la conjugación de los elementos, buscando la elegancia en la mezcla y la ruptura de las convenciones.
A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, y gracias también a la nueva sociedad de consumo, el sector textil evolucionó para satisfacer una demanda que no exigía ropas duraderas o resistentes ya que no serán usadas varias temporadas.