Primicias24.com- Con un gran espectáculo de luces fue inaugurado el 04 de enero de 2010, el rascacielos más alto del mundo, la Torre Jalifa, en la ciudad de Dubai de los Emiratos Árabes Unidos.
Su altura final se ubica en 828 metros y aunque en un principio fue llamada Burj Gubai, fue rebautizado por el jeque Mohammed bin Rashid al-Maktoum como Torre Jalifa, en honor del presidente de los Emiratos Árabes Unidos y gobernante del vecino emirato de Abu Dabi.
La inversión para la construcción de la torre fue de aproximadamente 1.500 millones de dólares construida por Emaar Properties.
Detalles
Su construcción comenzó en 2004 con unos 12.000 trabajadores y su inauguración fue retrasada en dos ocasiones.
La Torre Jalifa se presentó como símbolo milagroso de la recuperación económica del emirato, el cual venia afrontando una crisis financiera desde el año 2009 , cuando el consorcio público Dubai World, al que pertenece Emar, pidió una moratoria de sus deudas, calculadas en 26.000 millones de dólares.
En tal sentido, muchos de los impulsores de la gran obra anhelaban ver en este proyecto el símbolo de la recuperación económica, mientras sus detractores lo calificaron como un agujero negro de consumo de energía.
Críticas
La torre recibió críticas por grupos de Derechos Humanos que denuncian las condiciones de los trabajadores que participaron en su levantamiento.
Además, los ecologistas no miraban con buenos ojos la puesta en marcha de la misma, pues afirmaban que la misma podría convertirse en un agujero negro de consumo de energía que aumentará considerablemente la huella de carbono del país.
Una maravilla arquitectónica
A pesar de los comentarios adversos, había otra parte que consideraba que la Torre Jalifa es una maravilla arquitectónica.
El edificio dispone de 1.044 apartamentos de lujo, además de 49 plantas dedicadas a locales comerciales y oficinas y 160 habitaciones de hotel.
Por si fuera poco, no solo es la más alta sino que uno de sus 57 ascensores está considerado el más rápido del mundo y cubre, además, la distancia más larga recorrida por un elevador, porque llega hasta su último piso.