Primicias24.com- La pérdida de peso es un problema complejo, y todos los regímenes hipocalóricos no sólo provocan un tremendo efecto rebote a los meses, y pueden llegar a perjudicar seriamente tu salud, reseñó El Espanol.
Alimentación
Es recomendable dividir las ingestas tal y como está escrito en el “Plato para Comer Saludable de Harvard”.
Donde indica: 50% de vegetales y frutas, 25% de hidratos integrales, y 25% de proteínas procedentes principalmente de alimentos como legumbres, huevo y pescado.
«Eso supone, por un lado, ajustar la dieta para reducir el número de calorías y, al mismo tiempo, incrementar la actividad física», cita el libro.
Pero hay que estar atentos a algunos alimentos ricos en grasas e hipercalóricos como los frutos secos (crudos) o el aguacate, los cuales ayudan a controlar el peso debido a la fibra que tienen y la saciedad que aportan.
Ejercicio físico
Practicar jogging (correr de forma pausada) habitualmente era la mejor forma de controlar la obesidad, además de deportes como el ciclismo, el senderismo o la marcha atlética, según un estudio publicado en la revista Plos Genetics.
Así como también entrenamiento en intervalos de alta intensidad, son los mejores si lo que queremos es deshacernos de los kilos de más que hemos acumulado a base de despropósitos varios.
Genética
«Hay un ligero efecto de la genética en el hecho de ser obeso o no, pero es mucho más determinante el estilo de vida», expresó Daniel Ursúa, dietista-nutricionista y divulgador.
«Todo lo que tiene que ver con el sobrepeso y la obesidad tiene un fortísimo factor ambiental y multifactorial, por lo que pretender aislar un solo factor es imposible», explicó.
Picoteos y vida social
Es importante controlar las pequeñas ingestas «inconscientes», que suelen estar protagonizadas por alimentos poco saludables y poco saciantes.
«Es necesario el aprendizaje de estrategias y la modificación del entorno saboteador«, explicó Isabel Pérez dietista-nutricionista y divulgadora.
La vida social (esto es: cervezas, comidas, cenas, fiestas y desparrames varios) también influye de forma determinante a la hora de conseguir la ansiada pérdida de peso.
El papel del metabolismo
Nuestro metabolismo y las adaptaciones que ha podido sufrir a lo largo del tiempo también pueden jugar un papel importante en la pérdida de peso, aunque como ocurre con la genética, no suele ser el factor más determinante ni el más habitual.
«Cada persona tiene una historia, un metabolismo, unos factores genéticos y otras muchas cosas que van a hacer su caso, a la hora de perder peso, sea único», manifestó Ursúa.
No es cierto que haya alimentos que aceleren nuestro metabolismo ni tampoco que comer cinco veces en lugar de tres sea mejor para ello y consiga que adelgacemos.
Estrés y ansiedad
La ansiedad y el estrés favorecen la liberación de cortisol. Esta hormona suele provocar un incremento en los niveles de insulina, haciendo que se dispare nuestro apetito y acabemos optando por alimentos hiperpalatables e insanos para calmar el hambre.
«Todo en nuestro cuerpo está conectado. El estrés nos influye a nivel hormonal, va a influir en nuestro patrón de descanso e incluso en cómo comemos o cómo hacemos ejercicio. Un mismo patrón no tiene porqué dar el mismo resultado en dos personas distintas», recalcó Ursúa.
El sueño y la alteración de los ritmos circadianos
Un estudio realizado por investigadores del National Institute of Health de Estados Unidos revelaron que apagar todas las luces de la habitación a la hora de acostarnos reduciría los riesgo de sufrir sobrepeso.
La sobreexposición a las pantallas de los móviles o la exposición continuada a luz artificial por la noche puede contribuir a la ganancia de peso y, en última instancia, a desarrollar obesidad.
‘Bonus track’
«Lo que importa es adoptar buenos hábitos y mantenerlos. Si, por no conseguir una pérdida de peso, dejamos los bueno hábitos, estaremos yendo en contra de nuestra salud», finalizó Ursúa.
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