Primicias24.com- “Es bastante desafortunado. Lo que intenta Dady Brieva es dar vuelta el argumento de la campaña del macrismo de ‘no queremos ser Venezuela’, usado como una especie de metáfora del conflicto. Es una especie de juego de palabras, como diciendo ‘sí, vayamos de frente, toquemos intereses’. Obviamente, la situación actual en Venezuela no es como para tomarla de modelo”, comentó Julio Burdman, un analista político argentino.
En entrevista a Sputnik, se refirió a lo dicho recientemente por Rebén “Dady” Brieva, en su programa radial, quien ironizó acerca de la burla que representan los “gobiernos progresistas” de América Latina actualmente.
“Hagamos lo que hagamos, siempre vamos a ser Venezuela, los cubanos, el populismo; todos esos neologismos que inventaron ellos (la oposición) y para mí no son nada. Si tarde o temprano vamos a ser Venezuela, seamos Venezuela ahora”, dijo Brieva en su programa radial.
Según Burdman, este comentario de Brieva representó además de “una provocación”, se trató de “un llamado de atención” hacia el propio presidente de Argentina, Alberto Fernández, por parte de un sector del peronismo.
En los últimos meses, los simpatizantes del peronismo le reclaman al mandatario argentino que dé “un giro a la izquierda”, así como el enjuiciamiento a los integrantes de los poderes Económico, Judicial, Mediático y Político que están acusados de “maniobras ilegales” durante la gestión gubernamental de Mauricio Macri.
Brieva indicó en su programa que el Gobierno de Alberto Fernández es “más moderado que el de Cristina y algunos sectores más ideologizados se sienten decepcionados, les parece que falta un clima popular. Otro tema relevante es que asumió en medio de una crisis financiera enorme, por lo tanto contrató poca gente, muchos militantes e integrantes del peronismo no se incorporaron al Gobierno, así que mucha gente está enojada”.
De acuerdo a Burdman, “el Gobierno es visto como centralista y demasiado porteño” por parte de los peronismos provinciales y algunos sectores sindicales.
Sin embargo, detalló que reconocen la existencia de cierta distancia, a pesar de que existe “apoyo consensuado”, ya que la gestión “es nueva y atraviesa la negociación de la deuda externa, la pandemia y la crisis económica”.