Primicias24.com (Opinión) – Colombia, el Israel de América e instrumento del Sionismo (OTAN), intenta colonizar Venezuela, aplicando la «geometría de la ocupación». Según esta doctrina, no es suficiente ocupar el territorio nombrándolo y registrándolo, no hay ordenamiento posible, sino a partir de un asentamiento, entendido como «localización», vertido de modo libre como “arraigo” (Schmitt). Ocupa un espacio quien controla lo que circula y se mueve por el territorio ocupado (población y bienes).
La invasión además del mundo material, coloniza el inmaterial o incorpóreo, fabricando subjetividades. Se disocia la realidad a través de dispositivos y categorías jurídicas, políticas, sociales y culturales mutantes. Reingeniería de realidades que terminan desorientando y paralizando. La guerra deviene en intensiva: circulación, desplazamiento y velocidad.
Frente al ataque a nuestra moneda, compra de inmuebles, ocupación de territorios, bloqueos en carreteras, desplazamiento de campesinos, robos y demás actos criminales planificados por la oligarquía colombiana, debe imponerse la Geometría del Poder: lo real versus lo abstracto y gaseoso.
Relacionada con el suelo y el espacio, Chávez generó otra geometría, una potente de vida y seguridad, de soberanía concreta: El punto y círculo asegura la auto sustentabilidad, la Territorialización de la lucha. Nadie puede luchar ni defenderse por ti. Y la plantea desde el plano inmanente de la tierra: arreglo del territorio de acuerdo a su topología, eco-política de construcción de poder real soberano, de donde emerge el Estado Comunal.
Debemos oponer nuestra geometría del poder productiva, donde defendernos sea poblar productivamente, a la de ocupación que pretende desalojarnos, arrinconarnos e imponer una velocidad de circulación desde centros externos a nuestra soberanía, imponiéndonos una demografía de dominación. La invasión intensiva de minorías criminales convertidas en mayoría cuantitativa idiosincrática, afecta al Estado y su territorio.
Así funciona la globalización, deconstruye la Nación e integra bajo sus esquemas financieros, monetarios, el tejido social y nuestro perfil económico (país petrolero a postpetrolero) en una visión económica canibalizante y canibalizada. Esa guerra híbrida afecta nuestros acervos e historia, por eso amerita revisarse urgentemente el Capítulo VII de la CRBV en aras de fortalecer y desarrollar una nueva Doctrina de Seguridad y Defensa de la Nación.
MARÍA ALEJANDRA DÍAZ
Constituyente
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