Primicias24.com- Debido a la escasez de gasolina que sufre la población del interior del país, desde hace meses, y que se incrementó por la cuarentena aplicada en el territorio por el COVID-19, está causando que los cultivadores de La Grita, en el estado Táchira, tengan que “dejar que los alimentos se pudran o dárselos a los animales”.
De acuerdo con representante de los agricultores en el municipio Jáuregui, en esa localidad, Robert Maldonado, antes de la cuarentena salían semanalmente de La Grita, 500 camiones, cada uno cargado con unas 10 toneladas de verduras y rumbo a los mercados.
«Pero ahora hay un aproximado de 5.000 toneladas semanales de verduras y hortalizas que se están quedando en la montaña alta por falta de combustible. No hay gasolina para hacer la recolección”, agregó.
“La lechuga se la echo al ganado porque está perdida. Se siente nostalgia porque este es nuestro pan. Nosotros tenemos hijos y nietos por mantener”, indicó Angel Mora, un agricultor de 55 años.
Los cultivadores de la zona de la Grita, también optan por venderlo a muy bajo precio a vecinos de la zona o entregarlo en donación a iglesias.
Pero dicha entidad no es la única que está padeciendo las consecuencias de la escasez de combustible, muestra de ello son los anaqueles de comercios y supermercados del país, que solo cuentan con productos secos como pasta y enlatados, entre otros, pero las verduras están escasas, mientras que la carne y el quesos están a elevados precios.
Hasta los momentos, no hay una cifra oficial que revele la cantidad total de toneladas de verduras y hortalizas que se perdieron en todo el país.