Primicias24.com- El 2 de junio de 1953 Isabel II fue coronada como la reina de Inglaterra a pesar de haber accedido al trono el 6 de febrero de 1952, en el mismo momento de la muerte de su padre. La ley británica establece que el trono nunca queda vacante y que el nuevo monarca sucede al anterior inmediatamente.
Según los historiadores, la coronación de la reina Isabel II fue un día solemne, de esplendor, celebrado en todo el mundo, y marcó el inicio de un reino histórico y prolongado.
Cuando el rey Jorge VI murió mientras dormía en Sandringham House el 6 de febrero de 1952 por la noche, la princesa Isabel, hija mayor del rey, estaba en Kenia iniciando un viaje real por los estados de la Mancomunidad de Naciones, y representaba a su padre quien no podía viajar por su estado de salud.
El padre que tan solo tenía 56 años, una enfermedad crónica y el estrés del liderazgo durante la época oscura de la Segunda Guerra Mundial afectaron al monarca, falleció esa misma noche.
A raíz de eso, Isabel, de solo 25 años de edad, no solo tuvo que encarar la aflicción de perder a su padre, sino también la abrumadora posibilidad de ser la nueva Reina del Reino Unido y Jefa de la Mancomunidad de Naciones. Aunque Isabel accedió al trono, su coronación se llevó a cabo 16 meses después.
La coronación de Isabel II en 1953 fue televisada por la BBC. En un principio se pensó en retransmitir en directo una pequeña parte del inicio de la ceremonia y emitir el resto en diferido, se pretendía disponer del tiempo necesario para montarla y eliminar los fallos que se hubieran producido en tiempo real y televisar el programa resultante, pero lograr ese objetivo implicaba privar a los televidentes de la contemplación en directo de las principales fases de la ceremonia, incluido el acto mismo de la coronación.
Esta controversia tuvo su reflejo en la prensa y también llegó al Parlamento. Incluso la reina llegó a mediar personalmente en el asunto, hecho que solo trascendió a la opinión pública treinta años después. Al final, la retransmisión en directo fue autorizada y las cámaras sólo desviaron su objetivo en la unción y en la comunión, considerados los momentos más íntimos de la ceremonia.
Se estima que más de veinte millones de personas vieron el programa en el Reino Unido, una audiencia sin precedentes en la historia de la televisión. La coronación aumentó enormemente el interés en el medio televisivo.
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