Primicias24.- Una mujer que no quiere pasar a la historia y ser recordada únicamente como «la enfermera de Hugo Chávez». En distintas oportunidades, se ha escuchado a Claudia Patricia Díaz Guillén reprochar a la prensa cuando la califica de esa manera porque su repertorio académico del que saca pecho va más allá de una simple sanitaria.
En un reportaje del ABC de España sobre la ex tesorera venezolana señala que «su extraordinaria preparación académica, algo que se le cuestiona reiteradamente, fue su puerta de acceso en 2003 al equipo privado de médicos y enfermeras del presidente venezolano, donde estuvo hasta 2011».
Díaz Guillén fue reubicada inmediatamente en un puesto de altísima responsabilidad económica en el país, la Oficina Nacional del Tesoro de Venezuela, donde desempeñó funciones entre 2011 y 2013.
Desde esa oficina administraba un fondo multimillonario, Fonden, creado para depositar los ingresos producto de las exportaciones de petróleo y que nunca fue auditado por la Asamblea Nacional –en ese momento bajo el poder chavista–. prosigue el trabajo periodístico.
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Según el medio español «desde allí se manipulaban transacciones de cambio con moneda extranjera para personalidades afines al gobierno a tasas favorables a cambio de cuantiosos sobornos».
Esta semana ¿¿el Departamento de Justicia de EE.UU. la acusó junto a su esposo, ambos radicados en España, por los delitos de sobornos y lavado de dinero, por su presunta participación en una red «de lavado de dinero y cambio de moneda» por valor de «miles de millones de dólares» donde estarían vinculados el empresario Raúl Gorrín y el extesorero Alejandro Andrade.
Durante esos tres años al frente de Fonden, Claudia Patricia habría amasado una fortuna que asciende a millones de dólares, razón por la cual Tribunales venezuelanos la reclaman..
Díaz habría comprado 250 lingotes de oro, de un kilo cada uno, valorados en más de 9,5 millones de dólares, según registros judiciales de Liechtenstein obtenidos por la agencia AP.
Años después las investigaciones arrojaron años después que una parte de esos lingotes habría sido vendida por un representante de Díaz y el dinero se habría depositado en un banco suizo.