Primicias24.- El 19 de marzo de 1995, uno de los mejores jugadores de toda la historia volvió a pisar una cancha después de haberse retirado tras el tercer título que consiguió con los Chicago Bulls.
El domingo 19 de marzo, los Bulls tenían que visitar a los Pacers en Indiana. MJ se subió al avión con el resto del equipo y, una vez que llegó a la ciudad de Indiana, el mundo de la NBA ya había mostrado los cambios: decenas de reporteros en la puerta del hotel del equipo y centenares de fanáticos de Jordan, con pancartas en las afueras de la concentración.
“Después de verlo en la cancha, creo que podré describirlo. O tal vez no pueda describirlo. Pero una vez que lo veamos en ese uniforme rojo jugando para los Chicago Bulls, ese será el momento emotivo que hemos buscado y todos esperábamos», dijo Phil Jackson, el DT en la previa del primer partido.
Pero antes de saltar a la cancha, Jordan impactó al mundo entero con un cambio sustancial. Como el 23 de los Bulls estaba retirado, eligió vestirse con el número 45, ese que no pudo utilizar en su adolescencia en la escuela secundaria Emsley A. Laney porque su hermano mayor Larry le ganó de mano. A pesar de no jugar por más de 18 meses al básquet, Michael Jordan fue titular en el duelo ante los Pacers.
El mito logró 18 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias y tres robos de balón en lo que en otras circunstancias sería un partido muy modesto por su parte.
“Necesitaba alejarme del juego en ese momento, pero realmente lo extrañé. Extrañé al equipo y a mis compañeros”, dijo Jordan en la multitudinaria conferencia de prensa posterior a su regreso