Primicias24.com El papa Francisco se dirigió hoy públicamente a Vladímir Putin, y le pidió que detenga la «espiral de violencia y muerte» en Ucrania, expresando su preocupación por el riesgo de una escalada nuclear en el planeta.
«Mi llamamiento se dirige sobre todo al presidente de la Federación Rusa, suplicándole detener, también por amor a su pueblo, esta espiral de violencia y de muerte», dijo Francisco, dirigiéndose por primera vez en público al presidente ruso, pero no mencionó su nombre.
El pontífice mediante esta reflexión, en la que llamó al mundo a recurrir a «instrumentos diplomáticos» para frenar este «grave, devastador y amenazador» conflicto y animó al presidente de Ucrania a «estar abierto a serias propuestas de paz».
Francisco, confesó el que «los ríos de sangre y lágrimas versados estos meses» le causan un «profundo dolor», «las miles de víctimas» y «las tantas destrucciones que han dejado sin casa a muchas personas y familias y amenazan con el frío y el hambre a vastos territorios».
«¿Y qué decir del hecho que la humanidad se encuentre nuevamente delante de la amenaza atómica? Es absurdo. ¿Qué más debe suceder? ¿Cuánta sangre debe aún correr para que comprendamos que la guerra no es nunca la solución, sino solo destrucción?», cuestionó.
Asimismo, exigió que se llegue «inmediatamente a un alto el fuego», y «que callen las armas y se busquen las condiciones para empezar negociaciones capaces de llevar a soluciones no impuestas con la fuerza, sino concordadas, justas y estables».
Condiciones que, «deberán ser fundadas en el respeto del sacrosanto valor de la vida humana, de la soberanía y la integridad territorial de todo país, así como en los derechos de las minorías y sus legítimas preocupaciones» según el papa.
Su llamamiento, además de ir dirigido a Putin y Zelenski, también fue para «todos los protagonistas de la vida internacional» para que «hagan todo lo posible para poner fin a la guerra en curso sin dejarse arrastrar en peligrosas escaladas y para promover y apoyar iniciativas de diálogo».
Francisco, lució preocupado en todo momento por la guerra en Ucrania, llegando a valorar un viaje a ese país, y en esta ocasión decidió dedicar todo el Ángelus a reflexionar sobre el problema, algo que ocurre rara vez, la última en 2013 para pedir la paz en Siria.