La Casa Blanca rechazó las especulaciones de indicios de actividad extraterrestre relacionada con los objetos aéreos derribados los últimos días en EE.UU., sin embargo, afirmó que suponían una amenaza «muy real» para el tráfico aéreo civil.
«No hay indicios de alienígenas o actividad extraterrestre con estos recientes derribos», aseguró la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre en una rueda de prensa. «Era importante que lo dijéramos desde aquí, porque hemos oído hablar mucho de ello», agregó.
por su parte, el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, señaló que las autoridades todavía están tratando de obtener más información sobre el origen y propósito de los objetos, agregando que es posible que no haya nada nefasto en los mismos, y que podrían estar relacionados con una empresa privada o una institución de investigación.
Además, informó que el presidente Joe Biden ordenó la formación de un equipo de inteligencia para estudiar «las implicaciones políticas más amplias para la detección, análisis y eliminación de objetos aéreos no identificados que planteen riesgos para la seguridad o la protección» en medio de las acusaciones sobre globos a gran altitud entre Washington y Pekín.
«El presidente también dio instrucciones a la comunidad de inteligencia para que examine en profundidad el fenómeno de los objetos aéreos no identificados», añadió Kirby, agregando que los tres objetos derribados durante el fin de semana no enviaban señales de comunicación, no llevaban personas en su interior ni tenían capacidad de maniobra o propulsión y «no había motivos para sospechar» que estuvieran siendo utilizados con fines de vigilancia. Sin embargo, no descartó la posibilidad.
Según el portavoz de Seguridad Nacional, estos objetos difieren del globo aerostático chino derribado a principios de febrero, ya que volaban a menor altura y eran notablemente más pequeños.