Los sindicatos, el transporte y los trabajadores del sector público se han declarado en huelga este martes y se han unido a masivas protestas en varias ciudades de Francia contra las reformas de las pensiones planificadas por el Gobierno.
El 10 de enero, la primera ministra de Francia, Élisabeth Borne, dio a conocer la controvertida reforma de pensiones que el Gobierno busca aprobar en 2023. Se informa que según el proyecto, las autoridades empezarán a aumentar la edad de jubilación en tres meses al año a partir del 1 de septiembre de 2023. Así, alcanzaría los 64 años en 2030.
La reforma ha desatado una oleada de protestas en la sociedad francesa. La primera huelga nacional contra la reforma de pensiones tuvo lugar el 19 de enero, con más de un millón de protestantes, recoge France 24.
«Puedo entender que no mucha gente quiera trabajar dos años más, pero es necesario para garantizar la viabilidad del sistema», afirmó la primera ministra Elisabeth Borne a France 5 TV.
Por su parte, los sindicatos dijeron que aumentarían la presión para tratar de convencer a los legisladores de que no voten por las reformas y agregaron que las huelgas, particularmente en las refinerías de petróleo y en los trenes, podrían prolongarse durante varios días.