Francia vive este martes su décimo día de protestas masivas contra la controvertida reforma de pensiones que elevará la edad de jubilación de 62 a 64 años. Según las autoridades, se estima que entre 650.000 y 900.000 manifestantes, incluidos entre 70.000 y 100.000 en París participen en manifestaciones por todo el país, recogen medios locales.
El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, anunció el despliegue de 13.000 policías y gendarmes en todo el país, incluidos 5.500 en París, como parte de un operativo que calificó de «sin precedentes» debido a «los riesgos muy importantes» de perturbaciones del orden público.
Por su parte, el secretario de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, instó a Macron a mostrar «un gesto de apaciguamiento» para rebajar la tensión. El jefe del sindicato más grande de Francia aseguró que en los últimos días se han producido algunos intentos de conversación entre los líderes sindicales y el Gobierno, si bien todos ellos han fracasado, detalla Reuters.