Primicias24.com El presidente de Argentina, Alberto Fernández, calificó este lunes de «vergonzoso» el borrado del teléfono móvil de una testigo clave en el caso por el atentado contra la vicepresidenta, Cristina Fernández; un formateo que se llevó adelante, presuntamente, en unas oficinas relacionadas con la precandidata presidencial opositora Patricia Bullrich.
Durante una rueda de prensa en la provincia norteña de La Rioja, Fernández se refirió a una noticia publicada este domingo por el diario argentino Página 12, en donde se revelaba que una testigo clave de la causa sufrió presiones para borrar los datos de su teléfono móvil en unas oficinas de Bullrich, actual precandidata a la Presidencia por la coalición opositora de Juntos por el Cambio.
Según esta información, la testigo, exasesora del diputado opositor Gerardo Milman, declaró ante la Justicia que no vació el teléfono «por voluntad propia, sino que fue llevada a oficinas de Patricia Bullrich, donde un perito eliminó el contenido de su aparato, el de otra asesora y el del propio Milman».
De acuerdo al diario, la testigo estaba en compañía de Milman en un bar cuando otro funcionario del Congreso lo escuchó decir «cuando la maten yo estoy camino a la costa», justo dos días antes del atentado.
«Cuando leo que en el despacho de una diputada se borraban los teléfonos de una empleada para que no queden registros después del atentado a la expresidenta (2007-2015) y actual vicepresidenta, eso, en términos institucionales, es de una gravedad significativa», aseveró el presidente.
El mandatario calificó de «imperdonable» este hecho, al tiempo que pidió explicaciones a Bullrich y Milman.
«No soy yo el que debe hablar de eso, los que tienen que explicar eso se llaman Patricia Bullrich y Milman, que son quienes indujeron a esa empleada a hacer lo que hizo», manifestó Fernández.
En un mensaje publicado este lunes en su cuenta oficial de Twitter, la vicepresidenta argentina aludió a esta información de Página 12 para clamar contra el «encubrimiento» del intento de asesinato que sufrió.
El ataque fallido fue perpetrado el 1 de septiembre pasado, cuando Fernando Sabag Montiel, un brasileño de 36 años, se acercó a la vicepresidenta, le apuntó al rostro con un arma y gatilló sin que saliera el proyectil, en un momento en que Cristina Fernández saludaba a seguidores a las puertas de su domicilio en Buenos Aires.
Sabag Montiel y su novia Brenda Uliarte, de 23 años, permanecen detenidos como presuntos coautores del delito de homicidio, así como Nicolás Carrizo, de cuyo teléfono móvil supuestamente salieron varias comunicaciones vinculadas al atentado. EFE