Primicias24.com.- Durante una ceremonia, el gerente de operaciones de Codelco Ventanas, Pablo Bohler, dio la orden de «detener en forma definitiva el horno convertidor ‘Teniente'».
Segundos después, el fuego se extinguió ante las cámaras, con lo que el gobierno del izquierdista Gabriel Boric cumplió su promesa de cancelar parte de la operación de Codelco en Quintero y Puchuncaví, una bahía industrial de 50.000 habitantes, a 140 km al oeste de Santiago.
Por décadas, la planta expulsó toneladas de partículas nocivas a través de su chimenea.
Incluso, en vísperas de su cierre, un centenar de estudiantes se intoxicaron por la mala calidad del aire en esta zona donde funcionan unas 15 compañías entre termoeléctricas a carbón, terminales de gas y refinerías de crudo y cobre.
«Hemos luchado años por esto, estamos aquí y seguiremos luchando, porque esto no termina acá», dijo a la agencia de noticias AFP Sabina Vergara, profesora de educación preescolar, en el marco de una protesta que reunió a un centenar de manifestantes en las afueras de la planta.
«Tenemos muchos niños enfermos, la tercera edad no sale de su casa. Es muy complejo», agregó la mujer, evocando el pedido de los pobladores para el cierre definitivo de las empresas contaminantes.
Ventanas operó desde 1964 como un centro estatal de fundición. Tras su cierre, Codelco, que asumió el control de la planta en 2005, seguirá refinando cobre, una actividad mucho menos contaminante.