Primicias24.com – Una mujer polaca que acudió a un hospital tras tomar una píldora abortiva aseguró haber sufrido vejaciones y violencia psicológica por parte de la policía, un asunto del que informan ese miércoles medios polacos.
En un testimonio recogido por el canal de televisión TVN y reproducido por la prensa, Joanna, cuyo apellido no se ha divulgado, explicó cómo decidió interrumpir su embarazo por creer que presentaba riesgos y, al acudir a un hospital para que la revisasen, encontró allí a cuatro policías que la maltrataron y dificultaron el trabajo de los médicos.
En sus declaraciones, Joanna explica cómo hace tres meses pidió ser atendida en el hospital por encontrarse mal después de ingerir una píldora abortiva y, al llegar a la consulta de obstetricia del hospital Narutowicz de Cracovia (sur) había cuatro policías esperándola.
«Los policías me dijeron que me desnudara, que hiciera sentadillas y tosiera. Me desnudé, pero no me quité la ropa interior porque todavía estaba sangrando y fue muy humillante», recuerda Joanna.
El doctor que reconoció a la mujer aseguró que los agentes «se interpusieron entre mí y la paciente, dificultando mi trabajo» y que se produjo un enfrentamiento verbal entre los policías y el facultativo.
En el transcurso del reconocimiento, según Joanna, «los policías repetían una y otra vez la palabra ‘crimen'» y, tras interrogar a la mujer sobre lo que había hecho, se apoderaron del ordenador portátil que llevaba en una bolsa.
Cuando la mujer reclamó la presencia de otra patrulla de policía para ser testigos de lo ocurrido, uno de los agentes le advirtió de que «llamar a la policía injustificadamente es un delito», tras lo cual Joanna fue trasladada a otro hospital donde también había varios agentes esperando su llegada y le obligaron a identificarse y dar sus datos una vez más.
«Me sentí como en un estado policial, fue una situación kafkiana que me ha dejado destrozada», aseguró la mujer.
Polonia tiene una de las legislaciones más restrictivas del mundo en cuanto al aborto y un cambio legal de 2020 criminaliza la interrupción voluntaria del embarazo en la mayoría de los casos, incluidos aquellos en que el feto presente malformaciones congénitas y defectos graves.
Según esta nueva legislación, que desató una oleada de protestas en todo el país, el 97 % de los abortos practicados en 2019 serían ahora ilegales.
Al menos cuatro mujeres han fallecido en hospitales polacos desde ese cambio en la ley, debido al retraso o negativa para practicarles un aborto. EFE