Primicias24.com El ejército ucraniano atacó por tercera vez con drones el corazón financiero de Moscú, mientras que Rusia se ensaña con los puertos de Ucrania para frustrar cualquier vía de exportación de cereal desde este país.
Como en casos anteriores, el objetivo de los drones ucranianos, que obligaron a varios aeropuertos moscovitas a interrumpir temporalmente sus servicios, era el conjunto de rascacielos del centro financiero Moscow City, un barrio que aloja varios ministerios y entidades del Gobierno ruso.
ATAQUES CON DRONES EN MOSCÚ Y BÉLGOROD
«La defensa antiaérea frustró otro intento del régimen de Kiev de realizar un ataque terrorista con tres aparatos no tripulados de ala fija contra la ciudad de Moscú», informó este miércoles el Ministerio de Defensa ruso, según el cual dos drones fueron derribados en las afueras de la capital.
El tercero, según Defensa, fue «interceptado por medios de lucha radioelectrónica, perdió el control y colisionó contra un edificio en construcción del complejo Moscow City».
Según el alcalde, Serguéi Sobianin, a consecuencia del impacto «se rompieron varias ventanas en dos edificios de cinco plantas cercanos. No hay heridos».
Sin embargo, la región fronteriza de Bélgorod sufrió peor suerte: al menos tres personas murieron después de que un dron ucraniano lanzase una granada en un sanatorio de la localidad de Lavi, en el distrito de Valuisk, a 22 kilómetros de la frontera con Ucrania, según el gobernador local, Viacheslav Gladkov.
«Las Fuerzas Armadas de Ucrania lanzaron un artefacto explosivo desde un dron contra gente que estaba en la calle. Dos hombres murieron en el acto a consecuencia de las heridas recibidas. Los médicos lucharon por la vida del tercero, pero las lesiones eran incompatibles con la vida», escribió en Telegram.
LOS PUERTOS UCRANIANOS, OBJETIVO RUSO
Mientras, Rusia continúa ensañándose con la infraestructura portuaria ucraniana con ataques durante la madrugada de este miércoles contra instalaciones de las ciudades de Odesa e Ismail.
Según escribió en Telegram el jefe de la Administración Militar de la región de Odesa, Oleg Kiper, las fuerzas rusas lanzaron drones kamikazes Shahed contra infraestructuras dedicadas a la exportación agrícola.
Pese a que la defensa antiaérea ucraniana derribó nueve de esos aparatos, «por desgracia, hubo impactos en infraestructuras de producción y trasbordo, donde se desató un incendio en una superficie de 700 metros cuadrados”, afirmó.
Los drones rusos también dañaron instalaciones del puerto de Ismail, en el río Danubio, donde el fuego consumió la noche pasada 13.000 toneladas de grano que iba a ser exportado a Egipto y a Rumanía, informó en Facebook el ministro de Infraestructuras de Ucrania, Alexander Kubrakov.
Según el titular, el ataque redujo en «un 15 % la capacidad de exportación» del puerto.
Desde que Rusia abandonase a mediados de julio el acuerdo por el que se comprometía a permitir las exportaciones marítimas de grano ucraniano, más de 270.000 toneladas de cereal han sido destruidas, indicó Kubrakov.
«Rusia ataca sistemáticamente contenedores y almacenes de grano para poner fin a nuestras exportaciones agrícolas», denunció.
ESTABILIDAD EN EL FRENTE, SEGÚN PUTIN
Entretanto, la situación en el frente se mantiene «estable», según afirmó hoy el presidente ruso, Vladímir Putin, en una reunión con el líder de la anexionada región de Lugansk, Leonid Pásechnik.
«A veces miro lo que hace el bando contrario y me da la impresión de que no consideran suyos a sus soldados y los empujan a los campos minados, bajo el fuego de nuestra artillería, se comportan como si estos no fuesen sus conciudadanos», afirmó.
Por su parte, el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, reconoció hoy que la contraofensiva ucraniana avanza con gran dificultad «porque el minado es muy denso», pero recordó que el Ejército ucraniano no ha dejado de avanzar.
«Los militares me informan de la siguiente tendencia: nosotros avanzamos constantemente. Sí, poco a poco, pero vamos en la dirección correcta», recalcó.
Aunque Kiev afirmó ayer de haber recuperado la localidad de Robotine, en la sureña provincia de Zaporiyia, donde tienen lugar los combates más intensos, Moscú aseguró este miércoles que todavía controla parte de ella. EFE