Primicias24.com El anuncio del presidente de Colombia, Gustavo Petro, de que visitará esta semana Panamá para pedirle al Gobierno panameño el poder «desenterrar» los cuerpos de colombianos que murieron a finales del siglo XIX y «recuperarlos» como parte de la historia colombiana, ha generado críticas en este país centroamericano.
Petro anunció el pasado sábado que visitará la provincia panameña de Bocas del Toro (oeste), para que «en ese lugar, que alguna vez fue de Colombia, podamos desenterrar esos cuerpos» y llevarlos al país andino.
La visita de Petro fue confirmada este miércoles por el presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, quien dijo que lo recibirá el domingo, aunque no en Bocas del Toro, para hablar de «todos» los temas, incluida la crisis migratoria en el Darién, la selva que es la frontera natural entre ambos países.
Hasta 1903 todos los muertos en Panamá eran colombianos
El expresidente de Panamá Ernesto Pérez Balladares (1994-1999) recordó a través de sus redes sociales que hasta 1903, cuando Panamá proclamó su separación de Colombia, «todos los muertos dentro del territorio panameño eran colombianos»
«Petro, ¿por qué no te llevas los cementerios enteros de los fallecidos antes de 1903?», añadió el exgobernante panameño.
Panamá proclamó su separación de Colombia en noviembre de 1903 instigada por Estados Unidos, que había adquirido los derechos para la construcción del canal interoceánico, que inauguró en agosto de 1914 y operó hasta que lo traspasó al Estado panameño el 31 de diciembre de 1999.
«Perdimos por la indignidad de quienes gobernaban en ese entonces; un lugar que era colombiano y que ahora es de Panamá; un lugar donde murieron decenas de colombianos jóvenes, bajo banderas diferentes, bajo ideas diferentes», dijo Petro el sábado pasado.
Que se preocupe por la crisis en el Darién
El defensor del Pueblo de Panamá, Eduardo Leblanc, hizo por su parte un llamado a Petro a que «más que estar preocupado por personas que pueden estar o no enterradas en Bocas del Toro», lo haga por garantizar la seguridad en la parte colombiana de la selva fronteriza.
«Creo que tenemos que estar más preocupados por nuestra selva del Darién y por la violaciones que ocurren en su tierra y en nuestra tierra, que pueden ser nacionales nuestros o nacionales de ellos», declaró Leblanc, que el martes interpuso ante la Fiscalía una denuncia penal por los más de 400 supuestos casos de violaciones a migrantes que cruzan la selva.
Informes de ONG globales y de grupos de trabajo vinculados con las Naciones Unidas sostienen que el Clan del Golfo, el principal grupo criminal de Colombia, controla completamente la zona colombiana de la frontera con Panamá.
«Colombia tiene que tomar control, el Ejército colombiano, tomar control de la frontera, no podemos dejar todo esto (de la seguridad y protección a los migrantes) al Senafront», la policía de fronteras de Panamá, un país que abolió el Ejército en 1990, dijo.
El creciente flujo migratorio, con más de 160.000 personas que han transitado por la jungla en lo que va del año, hace temer que este 2024 puedan llegar a los 800.000 viajeros irregulares en tránsito que lleguen a Panamá, como alertó Unicef, después de que en 2023 se produjera la cifra histórica de más de 520.000. EFE