Primicias24.com El presidente ruso, Vladímir Putin, admitió este martes que el atentado terrorista contra la escuela de Beslán, donde murieron hace veinte años 334 personas, la mitad de ellos niños, es una “herida abierta”, pero rehuyó la responsabilidad del Estado en la fallida operación de rescate.
“Por supuesto, esta tragedia, sin lugar a dudas, seguirá siendo una herida abierta en la memoria histórica de toda Rusia”, dijo al reunirse con las conocidas como madres de Beslán, localidad de la república norcaucásica de Osetia del Norte.
Putin, que se mostró visiblemente incómodo durante la reunión, aseguró que lo ocurrido el 3 de septiembre de 2004 en la escuela número 1 de Beslán “no se lo deseas ni a tu peor enemigo”.
Se acordó de las familias de los fallecidos, a los que prometió ayudas sociales, pero también de los efectivos del Servicio Federal de Seguridad (FSB) y de los Ministerios de Emergencias e Interior, a los que algunas madres responsabilizan junto a los terroristas de las muertes en la escuela.
Denunció el apoyo desde el extranjero a los terroristas liderados por el checheno Shamil Basáyev, enemigo número uno del Kremlin y que demandó la retirada de las tropas rusas de esa república.
“Sabemos bien que desde el extranjero intentaron no solo justificar ese horrible crimen, sino que ofrecieron a los terroristas toda clase de ayuda: moral, política, informativa, financiera y militar”, señaló.
También comparó el atentado más grave en la historia de Rusia con la incursión fronteriza ucraniana en la región rusa de Kursk.