Primicias24.com.- El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) Kharim Kan, reveló este martes que le hizo la propuesta a Nicolás Maduro para que retorne al país la delegación del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), iniciativa que el mandatario aceptó.
Durante una transmisión televisiva desde el Palacio de Miraflores con el Presidente y el funcionario, Maduro le hizo la invitación a Volker Türk, Alto Comisionado de la ONU, para que haga regresar a sus delegados «cuando quiera y donde quiera».
«Estoy de acuerdo en que superemos las diferencias del conflicto que tuvimos y estoy preparado para recibir al enviado de Volker Türk. Como siempre, las puertas del Palacio de Miraflores están abiertas», aseguró Maduro en el encuentro con el Fiscal.
E ironizó: «Yo he estado aprendido un poco de inglés, y en estos días le dije así al presidente Biden, if you want, I want, así que Volker Türk, if you want, I want, si tú quieres, yo quiero».
Estas declaraciones del Jefe de Estado llegan dos meses después de haber expulsado a la delegación de la ONU tildándolos de «terroristas, conspiradores, golpistas y magnicidas de Venezuela”.
Vale destacar que la salida forzada de los delegados fue debido al pronunciamiento que tuvo el organismo internacional sobre la detención de la abogada Rocío San Miguel el pasado 10 de febrero. Para ese momento, la comisión exigió la liberación de la activista, sin embargo, esto no caló bien frente a los ojos del oficialismo.
Tras su despedida, Maduro celebró su expulsión y afirmó que la única manera de que retornaran sería que «ofrecieran una disculpa» por haber calificado la detención de San Miguel como una desaparición forzada.
«Hasta tanto esa oficina no respete la letra de Naciones Unidas, la independencia y soberanía de Venezuela y no rectifique y pida disculpas públicas, no volverá al país”, sentenció el mandatario.
Tras este polémico episodio que llamó la atención de la comunidad internacional, Maduro parece haber ignorado su propio discurso para «quedar bien» frente al fiscal Kharim Kan, quien aún lleva una investigación en contra de su Gobierno.