Primicias24. De acuerdo a un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Ohio revelaron que hay elementos que indican que los trastornos mentales «pueden afectar negativamente la respuesta inmune del cuerpo a la vacunación», y sugieren «mejorar los factores de salud (mental)» para mejorar esa respuesta.
Los investigadores identificaron tres categorías de respuestas inmunitarias problemáticas de personas que sufren enfermedades mentales: «interferencia con el desarrollo de anticuerpos contra el patógeno, erosión más rápida de la protección de anticuerpos que se desarrolla o intensificación de los efectos secundarios de la vacunación».
«Cuando pensamos en la eficacia de la vacuna, a menudo pensamos en la vacuna en sí. Mi motivación fue llamar la atención sobre el hecho de que también traemos factores importantes a la mesa, y esos factores son modificables», dijo la autora principal del estudio, Annelise Madison, según el comunicado de la institución.
Por ello, reiteró que cuanto más trabaje la persona su salud mental, mayor será «la oportunidad de hacer que nuestra respuesta a la vacuna sea más rápida, más sólida y duradera».
Un estudio en adultos mayores vacunados contra la neumonía neumocócica mostró que aunque todos los participantes al principio desarrollaron anticuerpos de la misma manera, al cabo de meses quienes convivían con cónyuges que padecían demencia vieron muy reducidos sus niveles de respuesta, debido al estrés que conlleva cuidar a personas en esa situación. En ambos casos, los trastornos mentales interfirieron con la respuesta inmune, como lo indica la primera categoría.