Primicias.- El síndrome de Angelman es un trastorno neurológico de origen genético que afecta al sistema nervioso y causa discapacidad física e intelectual grave.
Las personas que lo sufren pueden tener una esperanza de vida normal; sin embargo, necesitan de un cuidado especial.
Síntomas en la niñez
Risas y sonrisa frecuentes, a menudo con poco estímulo. También una excitación fácil.
Hiperactividad e inquietud.
Lapso atencional corto.
Problemas para dormir y necesidad de más sueño que otros niños.
Una particular fascinación por el agua.
Alrededor de los dos años de edad, ojos hundidos, boca ancha con la lengua prominente y los dientes esparcidos, y microcefalia.
Los niños con síndrome de Angelman también pueden comenzar a tener convulsiones alrededor de esta edad.
Otras características posibles del síndrome incluyen:
Tendencia a sacar la lengua.
Ojos cruzados (estrabismo).
Piel pálida y cabello y ojos de color claro en algunos casos.
Una curvatura de lado a lado de la columna vertebral (escoliosis).
Caminar con brazos en el aire.
Algunos bebés jóvenes con síndrome de Angelman pueden tener problemas para alimentarse porque son incapaces de coordinar la succión y la deglución.
El síndrome de Angelman no tiene cura por lo que el tratamiento se centra en los problemas médicos y de desarrollo. Cada caso precisará un abordaje concreto pero la pauta farmacológica puede incluir medicamentos anticonvulsivos para controlar las convulsiones.
El tratamiento también suele incluir fisioterapia para mejorar la movilidad y la motricidad, terapia de comunicación mediante imágenes y terapia conductual para controlar la hiperactividad aparte de tratar de mejorar la capacidad de atención.