Primicias24.- La doctora Mariella Lilue, directora médica del Instituto Palacios y responsable del área de Ginecología y Obstetricia en el Instituto Palacios, recomienda a las mujeres, especialmente con riesgo genético y con el número de hijos deseado, realizarse un diagnóstico específico a partir de los 35 años como forma de prevenir el cáncer de mama.
El estudio genético, que se hace a través de un análisis de sangre, permite el diagnóstico previo de muchas enfermedades, entre las que se incluyen las oncológicas. «Conocer si un cáncer tiene rasgos hereditarios o no es importante para adelantarse a su aparición, obtener un diagnóstico temprano y elegir el tratamiento más preciso», explica la doctora Lilue.
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Según detalla, hay dos tipos de cáncer de mama, los esporádicos, que representan el 80 por ciento de los casos y no tienen réplica en ningún miembro de su familia, y los que tienen que ver con la genética, que representan un 20 por ciento.
Las pruebas diagnósticas que determinan la probabilidad de desarrollar un cáncer de mama genético son las denominadas BRCA 1 y BRCA 2. Ambas estudian los genes BRCA 1 y BRCA 2, encargados de inhibir los tumores malignos, identificando si existen polimorfismos o mutaciones en ellos.