La máxima autoridad dentro del campo de juego
Primicias24.com.- Cada 11 de octubre se celebra el Día Internacional del Árbitro de Fútbol, una figura muy significativa dentro del juego, ya que es la persona encargada de que se cumplan las reglas establecidas por la Federación Internacional de Fútbol Asociación o FIFA antes, durante y después del partido.
También autoriza el arranque del partido, el fin de la primera y de la segunda parte, y el tiempo de descuento, así como de ser el encargado de convalidar los goles y señalar las faltas, pudiendo amonestar o expulsar a los futbolistas si considera que estas han sido violentas o malintencionadas, y también si infringen las normas repetidamente.
Incluso aunque la pelota no se encuentre en el terreno de juego, el árbitro no pierde sus facultades, es decir, estas comienzan desde que entra en el recinto hasta que lo abandona, incluyendo por tanto los descansos, las interrupciones y las suspensiones.
Lo que quiere decir que al ser la máxima autoridad dentro del campo tanto los jugadores como entrenadores, los directivos y los delegados deben acatar sus órdenes y respetar sus decisiones.
Su vestimenta debe ser de un color diferente a la de los futbolistas que vayan a disputar el partido, para que se diferencie de los otros.
El colegiado recibe el apoyo de dos árbitros asistentes, los cuales se ubican en las bandas.
Aunque, en el fútbol profesional existe la figura del cuarto árbitro, sustituto de los otros tres hombres en caso de lesión, y encargado de ayudar al árbitro principal anotando los cambios, las amonestaciones y las expulsiones de los jugadores.
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Ellos son quienes pueden aclarar sus dudas, pero el árbitro principal siempre tendrá la última palabra, sus decisiones son definitivas y solo él podrá modificarlas si considera que se equivocó o si lo cree necesario, siempre que no se haya reanudado el juego o finalizado el partido.
Por último, el árbitro no debe permitir que las personas ajenas al juego entren en el campo, y una vez que finalice el encuentro, tiene que entregar un informe con todo lo ocurrido, más conocida como acta arbitral, antes, durante y después del mismo a las autoridades competentes.
