Primicias24.com.- El 23 de noviembre de 1856, falleció en la población de Paita, Perú, Manuela Sáenz, a los 59 años, quien fue patriota ecuatoriana y compañera sentimental de Simón Bolívar.
Reconocida como heroína de la Independencia de América del Sur y llamada por Bolívar como Libertadora del Libertador, debido a que el 25 de septiembre de 1828 fue objeto de un intento de asesinato, pero la valiente intervención de Sáenz frustró el hecho.
La patriota nació el 27 de diciembre de 1797 en Quito, Ecuador, el 27 de diciembre de 1797, siendo sus padres, Simón Sáenz Vergara, español, y María Joaquina Aizpuru, ecuatoriana.
Su infancia transcurrió en Quito, donde rápidamente se hicieron sentir los ideales de los movimientos independentistas, organizándose grupos revolucionarios; debido a ello Manuela y su madre se identificaron con la gesta emancipadora, a diferencia de su padre que permaneció fiel a la Corona española, por lo que fue preso al estallar el movimiento pero posteriormente recuperó su libertad.
Debido a su apoyo al proceso de independencia americano, Manuelita fue internada en el convento de Santa Catalina donde aprendió a leer, escribir y rezar.
Pero siguió el curso cronológico de los principales sucesos políticos y militares de los que fue testigo o protagonista: el encuentro de Bolívar y San Martín en Guayaquil, las batallas de Pichincha y Ayacucho, el conflicto entre el Libertador y Santander, la rebelión de Córdova y la disolución de la Gran Colombia.
Manuela Sáenz fue desterrada a Perú tras la muerte de Bolívar el 17 de diciembre de 1830.
En noviembre de 1856, murió por una epidemia de difteria que azotó a Paita en esa época; su cuerpo fue sepultado en una fosa común del cementerio local y todas sus posesiones, para evitar el contagio, fueron incineradas, incluidas una parte importante de las cartas de amor de Bolívar y documentos de la Gran Colombia que aún mantenía bajo su custodia.
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Aunque, Sáenz le entregó a quien fue amigo de Bolívar en vida, Daniel Florencio O’Leary, gran parte de documentos para elaborar la voluminosa biografía sobre Bolívar, de quien dijo: «Vivo adoré a Bolívar, muerto lo venero».