Eran bacterias Nitrospirae, que generalmente tienen forma de media luna, y la Betaproteobacterium, en forma de bastón
Primicias24.com- Jared Leadbetter, un científico del California Institute of Technology (Caltech), descubrió de forma inconsciente que un compuesto de carbonato de manganeso (MnCO3) de color crema, que recubría la cristalería que había dejado en su fregadero, se había oscurecido. Algo había ‘robado’ algunos de sus electrones, publica la revista Nature.
«Pensé, ‘¿qué es eso?'», dijo Leadbeater. La sustancia oscura era óxido de manganeso, que se forma cuando los iones de manganeso pierden electrones y sufren una reacción llamada oxidación.
Para determinan lo que ocurría con este compuesto Leadbeater y su equipo recubrieron más frascos con MnCO3 y esterilizaron algunos con vapor (porque el MnCO3 es estable en estas condiciones).
Lea también: Astrónomos captan el campo magnético de una galaxia espiral
El compuesto de manganeso en ellos no se oscureció, incluso un año después, pero los frascos que no habían sido esterilizados sí. El análisis reveló 70 especies de bacterias, pero con más pruebas, el equipo logró descartar algunas, hasta que solo quedaron dos posibles culpables.
Eran bacterias Nitrospirae, que generalmente tienen forma de media luna, y la Betaproteobacterium, en forma de bastón. Se sabe que los familiares de ambas especies de bacterias viven en aguas subterráneas.
El equipo notó que el ‘robo’ de electrones pudo haber sido un trabajo combinado por ambas bacterias y utilizaron manganeso marcado con carbono 13 en algunos de sus cultivos. En efecto, la bacteria incorporó estos isótopos de carbono en sus cuerpos.
Este hecho confirmó que las bacterias sospechosas eran autótrofas, es decir, que pueden producir sus propios alimentos utilizando una fuente de energía.
Las bacterias estaban usando la energía de los electrones de manganeso para convertir el CO2 en carbono utilizable, como las plantas usan la luz solar para convertir el CO2 y el agua en azúcares y oxígeno durante la fotosíntesis.
«Este proceso se llama quimiosíntesis, y aunque se sabe que ocurre usando otros metales, es la primera vez que vemos que las células usan manganeso de esta manera», cita el estudio.
«Estas son las primeras bacterias que utilizan manganeso como fuente de combustible», explicó Leadbetter.