Primicias24.com La Alcaldía de Moscú presentó hoy, en ocasión del Día del Arqueólogo en Rusia, sus más recientes hallazgos arqueológicos de los siglos XII y XVII en pleno corazón de la capital rusa, muy cerca del Kremlin.
«La temporada arqueológica todavía está en su apogeo y ya en Moscú hemos hallado más de 10.000 piezas arqueológicas», dijo a la prensa el jefe del departamento de Patrimonio Cultural de la Alcaldía de Moscú, Alexéi Emeliánov, en una excavación llevada a cabo en el histórico barrio de Kitái-Gorod.
Las profundas capas de la historia
A varios metros bajo tierra, en la cantera abierta por los arqueólogos que estudian este terreno en la que en el futuro se erigirá un moderno complejo inmobiliario, Emeliánov destacó que los científicos han efectuado seis excavaciones en esta zona que abarcan más de 3.000 metros cuadrados.
«La profundidad de la capa cultural alcanzó los diez metros y nos trajo hallazgos maravillosos en el mismo centro de Moscú, que nos develan las distintas capas de la historia de la capital rusa», recalcó.
Emeliánov mostró algunas de las piezas más sorprendentes, como un fragmento de un pulso bizantino del siglo XII que «usó una moscovita lo suficientemente adinerada como para permitirse un adorno tan refinado» y crucifijos de piedra ‘pre-mongoles’ de la misma época.
Además mostró diversos objetos, tanto utilitarios como decorativos, como ánforas de barro, puntas de lanza metálicas, fragmentos de tinteros, pequeños candelabros, anillos de latón e incluso monedas de oro, todos hallados en los terrenos que en el siglo XIX se conocieron como Chizhévskoye Podvorie.
A pocos metros de la presentación, el equipo de arqueólogos continuaba sus labores: marcando minuciosamente con reglas y diversas señales el terreno, los investigadores levantaban cuidadosamente la capa de tierra con cucharas de albañil o incluso con brochas, a la espera de un nuevo descubrimiento.
En las paredes de la cantera, cubierta con un techo rústico para permitir el trabajo ininterrumpido todo el año, se pueden distinguir con claridad las capas «históricas», cuyas diferencias por color y textura podría interpretar solo un especialista.