Primicias24.com – Mike Pompeo, que sustituirá a Rex Tillerson como secretario de Estado norteamericano, es un ferviente defensor de Donald Trump. El hasta ahora director de la CIA, de 54 años, es de tendencia ultraconservadora.
A Pompeo se lo considera un halcón (defensor de la línea dura) y en varias ocasiones se mostró a favor de romper el acuerdo nuclear de la comunidad internacional con Irán. Daría también la bienvenida a un cambio de régimen en Corea del Norte.
Desde los servicios secretos estadounidenses se lo suele describir como el seguidor más leal a Donald Trump, a quien defendió en numerosas ocasiones frente a las críticas. Según las informaciones, se ganó al presidente brindando los informes presidenciales diarios de seguridad nacional y alineándose políticamente con el mandatario.
Es un seguidor del ultraconservador Tea Party, que impulsa un giro a la derecha entre los republicanos desde hace años. Pompeo traerá con él, al departamento de Estado, la disciplina de un egresado de West Point, la prestigiosa academia militar estadounidense, así como la experiencia política adquirida en cuatro períodos en la Cámara de Representantes, donde integró el controvertido Comité de Inteligencia.
El despedido Secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson (izq) y su reemplazante, Mike Pompeo. EFE
Desde 2011, Michael Richard Pompeo fue diputado por Kansas en la Cámara de Representantes, antes de pasar a dirigir la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en 2017. Su designación fue aprobada entonces por 66 votos a favor y 32 en contra en el Senado.
»Con Mike Pompeo, tenemos una forma de pensar muy similar», dijo Trump este martes. Pompeo realizó una carrera meteórica apoyada fuertemente en oportunidades políticas que finalmente lo llevaron hacia Trump.
Nacido y educado en el sur de California, se graduó con la mayor graduación de su clase en la academia militar de West Point en 1986, especializado en ingeniería. Hizo el servicio militar durante cinco años (nunca en combate) y luego ingresó en la facultad de derecho de Harvard.
Más tarde fundó un empresa de ingeniería en Wichita, Kansas, donde sus apoyos financieros incluyeron a los conservadores hermanos Koch, multimillonarios petroleros y poderosos operadores del Partido Republicano.
Mike Pompeo sonríe. Sigue subiendo en la escalera política. REUTERS
Los Koch también apoyaron su exitosa campaña para entrar al Congreso en 2010 y la legislación que él promovió sobre la energía, durante los primeros años en la Cámara baja, vista favorablemente por ellos.
Rápidamente pasó a integrar el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, que, como organismo de control de la CIA y otras agencias, estaba al tanto de los secretos mejor guardados del país.
Pero Pompeo ganó notoriedad en un comité especial que los republicanos formaron para investigar la muerte en 2012 del embajador en Libia y otros tres estadounidenses en Bengasi.
Durante la campaña a las presidenciales de 2016 fue un destacado crítico de la candidata demócrata, Hillary Clinton. Apoyó públicamente al director del FBI, James Comey, por retomar la cuestión de los correos electrónicos privados de Clinton poco antes de los comicios.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anuncia el cese del hasta ahora secretario de Estado, Rex Tillerson, en la Casa Blanca en Washingtn DC (Estados Unidos) hoy, 13 de marzo.
Como director de la CIA, Pompeo igualó el tono de los pronunciamientos de Trump sobre política exterior. «Para ser exitosa la CIA debe ser agresiva, implacable, tenaz», afirmó.
Bromeaba con asesinar al líder norcoreano Kim Jong-un, alentando temores de un retorno de la tendencia de la agencia a apoyar asesinatos de dictadores que no gozaban del favor de Washington.
Presionado en público, dijo apoyar el informe de enero de 2017 de los jefes de inteligencia del país que concluyeron en que Rusia intervino en la campaña presidencial de 2016 con el objetivo de ayudar a Trump a derrotar a Clinton.
Sin embargo, asimiló los duros ataques del presidente contra la CIA y el informe sobre la intromisión rusa, al que calificó de «noticias falsas», en tanto acusó a los directores de inteligencia de parcialidad política.
A Pompeo se le considera trabajador pero también agresivo hacia sus subalternos.
Con información de El Clarín – Argentina