Primicias24.com ).- El Tribunal del Vaticano aumentó este jueves la lista de delitos imputados a cuatro de las diez personas juzgadas por supuestas irregularidades financieras en la Santa Sede, añadiendo los cargos de corrupción y blanqueo de capitales.
El presidente del Tribunal, Giuseppe Pignatone, admitió las nuevas acusaciones formuladas por el promotor de justicia (fiscal), Alessandro Diddi, contra cuatro imputados de este proceso que ha sentado en el banquillo a diez trabajadores vaticanos, también al cardenal Angelo Becciu, así como a empresarios externos.
Los afectados por el aumento de la imputación son el bróker Gianluigi Torzi; el que fuera financiero de referencia de la Secretaría de Estado vaticana, Enrico Crasso; el banquero Raffaele Mincione, y el funcionario de la Santa Sede, Fabrizio Tirabassi.
A todos ellos, en esta 56ª audiencia, la fiscalía pidió imputar por los delitos de corrupción activa y en asociación y blanqueo de capitales, según se lee en la ordenanza del juez.
El Tribunal ha dado al fiscal vaticano hasta el 4 de mayo para reformular su acusación contra los imputados en base a las últimas pruebas recavadas para seguir adelante con este largo juicio.
Este proceso busca aclarar algunas irregularidades en la gestión de los fondos de la secretaria de Estado como el caso de la compraventa, terminada en estafa para el Vaticano, de un edificio en el centro de Londres.
El edificio inicialmente costó a las arcas de la Secretaria de Estado de la Santa Sede una cantidad estimada de 175 millones de euros pero acabó creando perdidas por 227 de euros.
El principal imputado es el cardenal Becciu, entre 2011 y 2018 sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría, pero también lo está Cecilia Marogna, supuesta asesora en asuntos diplomáticos que debía ayudar en el rescate de religiosos secuestrados.
Además de Torzi, Crasso, Mincione y Tirabassi, el resto de imputados son monseñor Mauro Carlino, exsecretario del cardenal Becciu; el abogado Nicola Squillace, así como el expresidente y el exdirector de la Autoridad de Información Financiera (AIF), René Brülhart y Tommaso Di Ruzza, respectivamente. EFE