Primicias24.com.- Rusia acusó al jefe de los mercenarios Wagner, Yevgeny Prigozhin, de llamar a un motín armado tras afirmar, sin aportar pruebas, que la cúpula militar había matado a 2,000 de sus combatientes, y prometer poner fin a lo que denominó la “maldad” de la cúpula militar.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró este sábado, en un mensaje a la nación que cualquier revuelta es “una amenaza mortal”, comentando la situación en torno al grupo Wagner.
El mandatario ruso calificó las acciones de Prigozhin de un “motín militar”.
“Nos enfrentamos a una traición, la ambición desorbitada llevó a una traición contra Rusia”, dijo.
En este contexto, el presidente aseguró que las Fuerzas Armadas de Rusia recibieron la orden de neutralizar a quienes participen en la insurgencia armada, al tiempo que admitió que la situación en la ciudad de Rostov del Don sigue complicada, ya que en la urbe el trabajo de las administraciones civil y militar está efectivamente bloqueado.
Asimismo, el Ministerio de Defensa emitió rápidamente un comunicado en el que afirmaba que las acusaciones de Prigozhin “no son ciertas y constituyen una provocación informativa”, detalló el diario Expansión.
Prigozhin dijo que sus acciones no equivalían a un golpe militar, pero el servicio de seguridad ruso FSB abrió una causa penal en su contra por llamar a un motín armado, informó el viernes la agencia de noticias TASS, que citó al Comité Nacional Antiterrorista.