Primicias24.com La Justicia electoral de Brasil inició este viernes la que puede ser la última sesión de un juicio por abuso de poder contra el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), quien perderá sus derechos políticos durante ocho años si es declarado culpable.
Hasta ahora han votado cuatro de los siete magistrados que integran el Tribunal Superior Electoral (TSE) y tres han considerado a Bolsonaro culpable, en tanto que solo uno lo ha absuelto.
De ese modo, falta un voto para conformar la mayoría necesaria y condenar al líder de la ultraderecha, quien según la ley electoral sería despojado de sus derechos políticos durante los próximos ocho años, lo que le impediría concurrir a cualquier cargo electivo o ejercer puestos en la administración pública.
La acusación está centrada en una reunión que Bolsonaro convocó con medio centenar de embajadores extranjeros en la residencia oficial de la Presidencia, el 18 de julio de 2022, para descalificar al sistema electoral y sembrar dudas sobre la imparcialidad del Poder Judicial, en momentos en que aspiraba a la reelección.
Según los cargos, esa reunión se enmarcó en una durísima campaña de Bolsonaro contra el sistema electoral y supuso tanto un “abuso de poder político, conductas vedadas y desorden informativo”, como un “uso indebido de predios públicos y medios de comunicación”, pues además ordenó que la televisión pública transmitiera el evento.
La sesión comenzó con el voto de la magistrada Carmen Lúcia Antunes, quien puede dejar a Bolsonaro virtualmente condenado.
Seguirá Kassio Nunes Marques, un juez promovido por Bolsonaro al Supremo y al TSE, de talante ultraconservador y de quien se dice que pudiera pedir más tiempo para analizar el caso, lo cual suspendería el proceso durante 60 días.
Si Nunes Marques se pronuncia, el último voto será del magistrado Alexandre de Moraes, quien durante el proceso electoral que llevó a la victoria del actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, fue atacado en forma virulenta por Bolsonaro y la ultraderecha, que sin prueba alguna lo acusaban de “maniobrar” para “favorecer” al líder progresista. EFE