Primicias24.com El Partido Socialista de Chile (PS) resolvió este miércoles votar «En Contra» de la propuesta de nueva Constitución que aprobó esta semana el órgano constituyente de mayoría conservadora encargado de elaborar el texto y que se plebiscitará el próximo 17 de diciembre.
«El proyecto propuesto no es la solución para los dolores y anhelos de nuestro país, ni aquellas legítimas demandas ciudadanas insatisfechas. Por ello, tampoco da garantías de estabilidad futura, tan necesaria para nuestro país», señala un comunicado difundido esta tarde por la colectividad y leído por la presidenta del conglomerado, Paulina Vodanovic, en una rueda de prensa.
Los socialistas, que tomaron la decisión en la Comisión Política del partido en la que participaron parlamentarios, senadores y diputados, también reprocharon que el nuevo articulado «impone una visión económica ultraliberal, regresiva en derechos y conservadora».
«Se trata de un traje a la medida para mantener y fortalecer el Estado subsidiario, que ampara los abusos y profundiza la desigualdad», agregaron.
El texto fue elaborado durante cinco meses por un órgano de 50 miembros elegidos en las urnas, donde el ultraderechista Partido Republicano –con 22 escaños– y la derecha tradicional agrupada en la coalición Chile Vamos –con 11– hicieron valer su contundente mayoría para incluir artículos que han sido criticados desde varios sectores por suponer «retrocesos» respecto a la Constitución actual.
Entre las cláusulas más polémicas destacan «el derecho a la vida de quien está por nacer» -una norma que el oficialismo teme que colisione con la aplicación de la ley que permite el aborto en tres causales-, la expulsión inmediata de los migrantes que ingresen por pasos no habilitados o la exención tributaria de la primera vivienda, que beneficia a las personas de mayores ingresos.
Los detractores del texto también critican cómo ha quedado el Estado social de derecho, una aspiración histórica de la izquierda y centro-izquierda, y denuncian que hay artículos que perpetúan el actual Estado subsidiario y consagran constitucionalmente el sistema privado de salud o el criticado modelo de pensiones de capitalización individual.
Para los defensores, en cambio, la propuesta garantiza «libertad» y «seguridad» y da «certezas económicas y jurídicas» al país.
Si el texto finalmente se rechaza en diciembre, tal y como apuntan todas las encuestas, seguirá vigente la actual carta fundamental, heredada de la dictadura (1973-1990) y reformada en democracia, porque el Gobierno del presidente progresista Gabriel Boric ya ha adelantado que no impulsará un tercer itinerario constitucional.
Sobre este punto, el PS expresó que «respalda» la decisión del mandatario «de no perseverar en un tercer proceso constituyente» y apostó por «centrar los esfuerzos en impulsar las reformas sociales urgentes que exige la ciudadanía».
El primer proceso concluyó en septiembre de 2022 con un contundente rechazo del electorado a un proyecto que, a diferencia de ahora, fue escrito por una convención de mayoría izquierdista. EFE