Primicias24.com.- Después de semanas de insultos, amenazas, postergaciones, acusaciones, el despido de un ministro, irregularidades en el dictamen oficialista, negociaciones fuera del Congreso y un clima de extrema tensión política, el pleno de la Cámara de Diputados de Argentina comenzó a debatir este jueves la ‘ley ómnibus’, uno de los proyectos centrales del presidente Javier Milei.
El Gobierno llega a esta jornada, crucial para el mandatario, sin la certeza de que la ley sea votada a favor en lo general, y mucho menos en lo particular, ya que tiene una bancada minoritaria de 38 curules, de un total de 257.
La oposición, en tanto, acude a la sesión dividida entre 37 legisladores que apoyan incondicionalmente a Milei; 104 que ya advirtieron que rechazarán toda la ley; 66 que votarán a favor en lo general, pero impugnarán artículos individuales; y 12 que no han definido del todo su postura.
Para que la ley sea aprobada se necesitan 128 votos que, al comienzo del debate parlamentario, el Gobierno todavía no tiene garantizados. Por eso, la incertidumbre cubre una sesión que se postergó dos veces, que logró concretarse luego de negociones frenéticas, y que, según las advertencias de varios legisladores, puede durar entre 30 y 50 horas.
Uno de los factores que más afectaron el proceso fueron los incesantes insultos que Milei lanzó a los diputados que cuestionaban la ley. Desde que la presentó a fines de diciembre, los llamó «coimeros» (corruptos), «extorsionadores», «mentirosos», «miembros de la casta» y «usurpadores de votos» que querían «seguir haciéndose millonarios».