Primicias24.com El estado de Nueva York declaró el estado de emergencia para evitar la propagación de la poliomelitis (polio), después de que el pasado 21 de julio se detectara un caso en el condado de Rockland, en el norte de la ciudad de Nueva York, de una persona no vacunada que no había viajado al extranjero.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, emitió este viernes una orden ejecutiva que estará vigente hasta el próximo 9 de octubre para «implementar un Plan Estatal de Manejo Integral de Emergencias y autorizar a todas las agencias estatales necesarias a tomar las medidas apropiadas para ayudar a los gobiernos locales y a las personas a contener, prepararse, responder y recuperarse de esta emergencia».
Entre otras cosas, con la orden ejecutiva, las autoridades quieren concentrar sus esfuerzos en reforzar las campañas de vacunación contra el virus.
Los servicios estatales han detectado el virus de la polio en muestras de aguas residuales en otros tres condados, en Orange y Sullivan, al norte de la ciudad, y en Nassau, situada al este de la metrópoli.
Según el estado de Nueva York, solo el 86,2 % de los niños entre 6 meses y 5 años en la zona metropolitana de Nueva York han recibido 3 dosis de la vacuna.
Unos datos que son más alarmantes en algunos de los condados afectados, con un porcentaje de vacunación contra la polio en Rockland del 60,34 % en niños de esa edad y del 58,68 % en Orange.
Esta es la primera vez en décadas que se detecta en Estados Unidos un brote de polio, una enfermedad muy contagiosa que está causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede provocar una parálisis en cuestión de horas.
En 1988, la Organización Mundial de la Salud impulsó una campaña internacional de salud pública con el objetivo erradicar la polio en el año 2000, pero en 2020 se reportaban casos en 34 países, principalmente del África subsahariana y Asia.
Aunque las cifras han disminuido en los últimos 18 meses, han surgido algunos casos en Ucrania e Israel; en junio se detectó el virus de la poliomielitis en las aguas residuales de Londres y en julio en las de Nueva York. EFE