Primicias24.com El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, estableció este miércoles un grupo de trabajo para definir, en el próximo mes y medio, una política que permita la subida permanente del salario mínimo, tras reunirse con las principales centrales sindicales del país.
El mandatario adelantó también que creará próximamente sendas comisiones para discutir la reglamentación de los trabajadores de aplicaciones móviles, como los entregadores de comida, y buscar fórmulas que fortalezcan las negociaciones colectivas.
«Esto apenas es el comienzo una nueva era» para «la construcción de una nueva relación entre el capital y el trabajo», afirmó Lula en una ceremonia en el Palacio Planalto, sede del Gobierno, en Brasilia, en la que participaron decenas de representantes sindicales.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) señaló que «no sirve de nada que el PIB (producto interno bruto) crezca, si no es distribuido» y, por ello, subrayó la importancia de que el salario mínimo suba de acuerdo con el crecimiento de la economía.
El salario mínimo en Brasil subió para este año hasta los 1.302 reales (hoy unos 253 dólares), en una de las últimas medidas que tomó el Gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022).
Si bien el actual Gobierno prometió reajustarlo un poco más en este 2023 hasta los 1.320 reales (257 dólares), aunque aún no ha podido hacerlo realidad, algo que Lula achacó hoy al legado de Bolsonaro, quien, según él, dejó el país «semidestruido», con «muchas áreas muy frágiles» desde el punto de vista presupuestario.
Lula insistió además en que pretende sacar adelante en el Congreso una reforma tributaria que incluirá cambios en el impuesto de la renta, pues, a su juicio, hoy «quien gana poco, paga mucho».
«Vamos a cambiar la política tributaria para que el pobre pueda estar en el presupuesto y el rico en el impuesto de la renta, para ver si así podemos recaudar lo suficiente y hacer política social», declaró.
También denunció que a los entregadores de aplicaciones móviles se les califique de «microemprendedores», cuando en realidad «no tienen un sistema de seguridad social que les cubra en un momento de infortunio».
«Queremos que el trabajador tenga sus derechos garantizados», expresó.
Por su parte, el presidente de la Central Única de los Trabajadores (CUT), Sérgio Nobre, le trasladó a Lula la necesidad de crear empleos «de calidad» y actuar junto con ellos para fortalecer los derechos de los trabajadores.
El jefe de Força Sindical, Miguel Torres, cargó contra el expresidente Jair Bolsonaro por «despreciar a la clase trabajadora» y citó como objetivos fundamentales: conquistar un salario mínimo justo y fortalecer las negociaciones colectivas en todos los niveles.
Mientras que el dirigente de la Unión General de los Trabajadores (UGT), Ricardo Patah, le pidió a Lula derogar la reforma laboral de corte liberal que impulsó el Gobierno de Michel Temer (2016-2018), algo que el actual Ejecutivo pretende hacer solo de forma parcial. EFE