Rusia y China han firmado un acuerdo intergubernamental sobre el suministro de gas ruso a través de la ruta del «Lejano Oriente», lo que permitirá aumentar en 10.000 millones de metros cúbicos al año las entregas de este hidrocarburo desde territorio ruso al gigante asiático.
El Ministerio de Economía ruso indicó este jueves que el documento fue rubricado el 31 de enero pasado en Moscú y Pekín, respectivamente, y debe ahora ser ratificado por la Duma y el Senado rusos, según recoge la agencia Interfax.
El acuerdo establece la construcción de una sección transfronteriza del gasoducto, que comenzará en una estación de medición en Rusia cerca de Dalneréchensk, en la región de Primorie, fronteriza con China, pasará por el río Ussuri y terminará en la localidad china de Hulin, que linda con Rusia.
El diseño, la construcción y la operación de la tubería en el lado ruso corresponde al gigante gasístico ruso Gazprom, mientras que de la parte china se encarga la Corporación Nacional de Petróleos de China (CNPC).
Tanto Rusia como China apuestan en este negocio por los pagos en moneda nacional en lugar de otras divisas como el dólar.
Rusia comenzó en agosto pasado a diseñar en el Lejano Oriente un nuevo gasoducto a China tras firmar Gazprom en febrero con la CNPC un acuerdo de suministro de gas ruso, según dijo entonces el consejero delegado del consorcio estatal ruso, Alexéi Miller.
Una vez el gasoducto alcance su capacidad máxima, el volumen de suministro de gas ruso a China aumentará en 10.000 millones de metros cúbicos al año a lo largo de 25 años, lo que se suma a los 38.000 millones de metros cúbicos anuales que Gazprom enviará al gigante asiático a través del gasoducto «Fuerza de Siberia» durante tres décadas.