El embajador de EE.UU. en México, Ken Salazar, lamentó la muerte de dos estadounidenses que habían sido secuestrados junto a otras dos personas el pasado 3 de marzo, en la ciudad mexicana de Matamoros (Tamaulipas), e hizo un llamado para aumentar la cooperación entre los dos países para combatir al crimen organizado.
«Lamentamos los asesinatos de los dos ciudadanos estadounidenses en Matamoros, Tamaulipas, y nos unimos a la pena de sus seres queridos», escribió en un comunicado.
En esa línea, Salazar destacó que Tamaulipas representa «un riesgo por los alto niveles de criminalidad y violencia», tras dejar en claro la preocupación de Washington por «el control que ejerce el cártel del Golfo en la zona conocida como la frontera chica».
«Estos hechos de violencia son un trágico recordatorio que nos exige reafirmar el compromiso de nuestros gobiernos para asegurar nuestra frontera compartida y fortalecer el combate a las organizaciones criminales trasnacionales. Sabemos que es posible, y lo tenemos que lograr, ya que de ello depende el bienestar de nuestros ciudadanos», agregó.
El diplomático destacó que este caso muestra que «es crucial mantener una estrecha colaboración» entre ambos gobiernos.