Primicias24.com El ministro de Defensa, Iván Velásquez, «hará una verificación de la incidencia de las creencias religiosas» del director de la Policía, el general Henry Sanabria, después de unas polémicas declaraciones sobre los casos de VIH en la institución, la crítica al uso del preservativo como método anticonceptivo y la defensa del exorcismo.
Sanabria ya había estado bajo el foco de la controversia después de que se hicieran públicas denuncias sobre los métodos y ritos religiosos católicos que habría impuesto el general en la institución desde su llegada.
En la más reciente entrevista, concedida a la revista Semana este fin de semana, Sanabria se reafirmó «firme en la fe» en su oficina, en la que se podían ver varias figuras de vírgenes y crucifijos.
Frente a la polémica levantada, «el ministro de Defensa, Iván Velásquez, hará una verificación de la incidencia de las creencias religiosas del director de Policía, Henry Sanabria, en el manejo de la institución», indicó este lunes la cartera de Defensa en un mensaje de Twitter.
INFIDELIDAD, ABORTO Y VIH
«Ojalá se pudiera» sacar de la institución a agentes infieles, fue una de las declaraciones del general, quien aseguró que «una persona que es infiel no es prenda de garantía». «Normalmente las personas infieles terminan haciendo cosas malas», en palabras del general.
Sanabria también se refirió al derecho de las mujeres a abortar, del que aseguró que es «un pecado mortal porque atenta contra la vida (…) Se genera un odio muy fuerte cuando se aborta».
El general también comentó que él «respeta y hace respetar» a las personas del colectivo LGTBI, pero aseguró que la Policía es la fuerza «que más personas tiene con VIH», entonces «hay que tener cuidado porque, infortunadamente el VIH lleva a la muerte», incidiendo en una falacia, pues una infección por VIH no es, a día de hoy, sinónimo de defunción.
«Lastimosamente, como somos tantos y hay una comunidad LGTBI grande dentro de la institución, no hay de pronto esa educación que les permita hacer cuidadosos en lo que hacen», según Sanabria, quien añadió que hay 12.000 personas con VIH de los 165.000 agentes de la fuerza pública.
En cuanto al uso del preservativo, consideró que es «un método abortivo».
EXORCISMOS
También hizo referencia a los exorcismos dentro de la Policía y relató un episodio en Medellín que calificó como «sobrenatural» después de que trataran de ayudar a un criminal al que habían apuñalado y había muerto, pero que se arrastró a pesar de que no tenía pulso. Tenía enrollado un amuleto, y después de que se lo cortaran, dejó de moverse, en palabras del general.
«La existencia del diablo es cierta. Lo he visto, lo he percibido, para muchos es una fábula y otros no creen (…) Es un tema bien complejo» porque «con el solo hecho de mencionarlo ya el maligno se pone bravo», agregó Sanabria.
«Gracias a la valentía de muchos sacerdotes hemos logrado dentro de la Policía contrarrestar ese mal», indicó para ejemplificar con la muerte en una operación del excomandante guerrillero «Mono Jojoy» el éxito de estos exorcismos.
A lo que agregó que «en todos los casos del Estado Mayor Central de las FARC todo fue con exorcismo», también en el caso de «Raúl Reyes» y «Alfonso Cano», cabecillas de las extintas FARC de quien Sanabria aseguró que usaban «brujería» para protegerse.
Y no solo en el caso de la guerrilla, también de otros grupos armados, como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), y contra el narcotraficante Pablo Escobar y sus secuaces.
Sanabria, quien fue designado por el presidente Gustavo Petro, cuando llegó al cargo, ha sido criticado precisamente por su fanatismo religioso y sus opiniones, tildadas de misóginas y homófobas, a pesar de que el jefe de Estado ha salido a defenderle después de esta última entrevista.
«Nosotros sabemos de la creencia del general, pero lo que intentamos es que esas creencias no afecten las normas, así de simple», dijo Petro desde República Dominicana, donde asistió este fin de semana a la Cumbre Iberoamericana, donde añadió que en todo caso velan porque «la creencia no termine afectando el desarrollo constitucional de una función pública». EFE