Primicias24.com El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, afirmó este martes que adelantar las elecciones generales a 2023 en Perú hubiera servido «para aliviar las tensiones» que vive el país desde que fue destituido el expresidente Pedro Castillo.
«Adelantar las elecciones a este año, que ha sido una de las principales demandas durante las protestas, hubiera, sin duda, servido para aliviar las tensiones y comenzar a restaurar la confianza en las instituciones democráticas», declaró el político español durante un debate sobre Perú celebrado en el pleno de la Eurocámara.
Borrell reconoció que la actual presidenta peruana, Dina Boluarte, tras «un momento de duda inicial», acabó declarándose «favorable a organizar esas elecciones anticipadas».
«Pero ella no puede disolver el Congreso. Tiene que ser el Congreso quien se autodisuelva y no parece querer hacerlo, o al menos hasta ahora no lo ha querido hacer. Y así está la situación bloqueada», comentó.
El jefe de la diplomacia comunitaria asumió que las elecciones «no son la solución maravillosa y milagrosa a todos los problemas, pero parece que sean una condición necesaria para que a través de medidas consensuadas de más largo plazo se pueda mejorar la gobernabilidad y la cohesión social».
Borrell constató que es la sociedad peruana la que debe «encontrar una solución a la crisis social y política», y avisó de que si no se escuchan las demandas de la ciudadanía, «si no se hacen reformas, si no se toman medidas, se va a romper definitivamente el vínculo entre los representantes políticos y la sociedad».
«Es momento para evitar cortoplacismos tácticos y juegos de poder, y pensar en el futuro del pueblo peruano», manifestó.
El alto representante, además, advirtió en contra de la «tentación de recurrir a la violencia o reemplazar la política por el orden y la fuerza».
«Eso nunca será una solución, pero puede ser una tentación», comentó.
Recalcó que Perú es «un país que pasa por una grave crisis social y política cuyo último capítulo acabamos de ver».
«Pero, si se ve en perspectiva, realmente lo que tenemos es una grave crisis estructural de gobernabilidad, una crisis profunda y duradera, con un deterioro institucional que ha ido agravándose y que está desembocando en una verdadera crisis de representación política», señaló.
El expresidente peruano Pedro Castillo cumple prisión preventiva desde el 7 de diciembre pasado, cuando anunció en un mensaje a la nación que dictaba el cierre del Congreso, la instauración de un Ejecutivo de «emergencia nacional» que iba a gobernar por decreto y la reorganización del sistema de Justicia, lo que fue calificado de golpista por la mayoría de la población peruana.
También el 7 de diciembre Dina Boluarte juró el cargo como presidenta ante el pleno del Congreso y comenzaron protestas antigubernamentales que han dejado decenas de fallecidos.
Borrell destacó hoy que la UE «condenó los actos de violencia, pero también el uso desproporcionado de fuerza por parte de quien tiene el monopolio de la fuerza».
Indicó que así se lo comunicó a la ministra de Exteriores, Ana Gervasi, durante su último encuentro en República Dominicana, señalándole que era «fundamental que las investigaciones en curso aclaren quién y cómo hizo uso de armas de fuego, quién y cómo utilizó desproporcionadamente la fuerza, y estos sean responsables de sus actos ante la Justicia».
Además, afeó al eurodiputado del partido de ultraderecha Vox Hermann Tertsch sus comentarios sobre el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien el parlamentario calificó de «gran aliado de Rusia y de China, el enemigo de Occidente».
«Esta mañana he criticado la posición del presidente de Brasil y he explicado que no me parece adecuado poner en pie de igualdad al agresor y al agredido», dijo Borrell en referencia a Rusia y Ucrania, tras las palabras de Lula.
No obstante, agregó que considera «completamente fuera de lugar» las palabras de Tertsch. EFE