Primicias24.com.- Portugal vivió una de las movilizaciones más grandes de su historia, con más de un millón y medio de personas en la misa de despedida del papa Francisco quien estuvo presente en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa. En un emocionante discurso, el pontífice invocó a la juventud a no bajar los brazos y construir «un mundo diferente», además de pronunciarse por el fin de la guerra entre Rusia y Ucrania. Además, anunció que la próxima JMJ será en Seúl, Corea del Sur.
Las personas concentradas acamparon para esperar al papa en medio de las olas de calor. Cuando llegó Francisco, guardó silencio y comenzó la misa que fue contenida por el patriarca de Lisboa, el cardenal Manuel Clemente. Había presentes 30 cardenales, 700 obispos y 10.000 sacerdotes, mientras que el papa participaba en algunos momentos debido a sus problemas de rodilla que le impedían caminar. Allí leyó la homilía enfocada en los desafíos para los jóvenes.
«Amigos, también nosotros necesitamos algún destello de luz para enfrentar la oscuridad de la noche, los desafíos de la vida, los miedos que nos asaltan, las tinieblas que vemos frecuentemente a nuestro alrededor. El Evangelio nos revela que esta luz tiene un nombre. Sí, esta luz, que ha venido a iluminar el mundo, es Jesús», expresó el santo pontífice en la misa.
A los jóvenes que» cultivan sueños grandes pero frecuentemente ofuscados por el temor de no verlos realizar; a ustedes, jóvenes, que a veces piensan que no serán capaces; a ustedes, jóvenes, tentados en este tiempo por el desánimo, por juzgarse fracasados» , les pareció que «no tendrán miedo». Además, grabó las palabras del papa san Juan Pablo II en su primera JMJ: «Son los jóvenes, que la Iglesia y el mundo necesitan como la tierra necesita la lluvia; a ustedes, jóvenes, que son el presente y el futuro; sí, precisamente a ustedes, jóvenes, Jesús les dice: ‘No tendrán miedo'».