Primicias24.com El expresidente brasileño Jair Bolsonaro atribuyó a una «persecución política» la decisión de un tribunal de Brasilia de enjuiciarlo tras considerar procedentes las acusaciones de la Fiscalía de incurrió en el crimen de apología a la violación.
«La persecución no se detiene», afirmó el líder de la ultraderecha brasileña al comentar en sus redes sociales la información de que un juez de primera instancia del Distrito Federal de Brasilia había decidido abrirle juicio.
El caso contra el exjefe de Estado (2019-2022) se remota a 2014 cuando el entonces diputado federal, en una discusión con la legisladora izquierdista María do Rosário en el pleno de la Cámara baja, afirmó que su colega no merecía ni que la violara «por ser muy fea».
«Hace pocos días usted me llamó en violador y yo le respondía que no la violaría porque usted no lo merece», afirmó.
Sobre el enjuiciamiento por este caso, Bolsonaro dijo que su polémica declaración fue una forma de responder al insulto de una parlamentaria. «Fui insultado, me defendí y nuevamente el orden de los hechos es modificado para confirmar una nueva persecución política conocida por todos», afirmó.
Dijo igualmente que, desde el comienzo de su Gobierno, siempre defendió «una sanción más severa» para los violadores, por lo que, «precisamente quien defiende a los criminales (en una alusión a las supuestas iniciativas de María do Rosário para suavizar la legislación) se convierte ahora en la víctima».
El proceso contra Bolsonaro por apología a la violación fue asumido inicialmente por la Suprema Corte, ya que el legislador tenía fuero parlamentario, pero en 2019 quedó parcialmente archivado debido a que, por su condición de presidente, el líder de la ultraderecha no podía ser juzgado por asuntos ajenos a su mandato.
A finales del año pasado la máxima corte decidió enviar el caso a un juez de primera instancia de Brasilia.
El enjuiciamiento por apología a la violación se suma a la serie de procesos contra Bolsonaro en la Justicia desde que fue sustituido en enero por el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, que lo derrotó en las presidenciales de 2022.
El líder ultraderechista es investigado por diferentes ataques contra la Constitución debido a que en varias oportunidades defendió ataques contra las instituciones y puso en duda la fiabilidad del sistema electoral brasileño.
En junio pasado el Tribunal Superior Electoral lo condenó a un período de inhabilitación política de ocho años por divulgar mentiras sobre el sistema electoral.
Igualmente es investigado como posible inductor de la invasión el 8 de enero de las sedes del Ejecutivo, del Congreso y del Supremo Tribunal Federal (STF) por parte de una turba de sus seguidores que pretendía forzar un golpe contra Lula.
También ha sido interrogado en las últimas semanas por la Policía Federal por apropiarse de joyas que fueron obsequiadas al Estado y por supuestamente haber usado un certificado falsificado de vacunación contra la covid para salir del país en diciembre del año pasado. EFE